Año sabático la cura para el estrés imagen

La tendencia de tomar un año sabático es cada vez más frecuente para superar un entorno laboral tóxico.

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A menudo nos topamos con frases e incluso chistes acerca del año sabático, pero muy pocos son conscientes de la importancia que el mismo puede aportar a nuestra vida.

Como ya sabemos, un año sabático es aquel período (año) en el que decidimos tomarnos un descanso de todas nuestras obligaciones laborales e incluso académicas, para dedicarnos a otras actividades. Esto ayuda a estabilizar nuestra mente y cuerpo luego de haberlos empleado al límite.

Algunos, por lo regular, suelen viajar, pasar tiempo con la familia /amigos o ampliar sus conocimientos en temas artísticos, básicamente buscamos redireccionar nuestras vidas, encontrar esa chispa para volver después de un período con todas las pilas recargadas.

A muchos les ha sucedido, cuando comprenden que necesitan un año sabático, rápidamente viene a su mente “no, con tan solo unos cuatro días de descanso estaré recargado”. Pero seamos honestos los beneficios de una pausa desaparecen a las pocas semanas de volver al trabajo.

Por lo que, la tendencia de tomar un año sabático es cada vez más frecuente para superar un entorno laboral tóxico.



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Pero, ¿qué ocurre si necesitamos respiros más largos para recargar por completo las pilas y distanciarnos mentalmente de entornos laborales que a menudo son tóxicos? Sin embargo, hay pocos estudios que puedan arrojar luz al respecto.

Muchas veces creemos que después de tres años en un mismo trabajo lo que precisamos es un cambio de entorno laboral y lo que hacemos inmediatamente es cambiar de empleo, pero al pasar tan solo un año te das cuenta de que, estás igual o más cansado y estresado que hace un año.

Lo lamentable es que son pocas las personas que se dan cuenta de la situación y deciden hacer algo al respecto. ¿Qué hace el resto? Simplemente cambia otra vez de entorno laboral e incluso académico. Una “solución” sencilla, pero nada efectiva; ya que no me dejarás mentir que no pasan seis meses y ya te sientes igual.

Recientemente me he topado con varias personas, que en menos de 10 años, se han tomado al menos de dos a tres años sabáticos.



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¿Cómo lo han logrado? Fueron honestos con ellos mismos. Se percataron alrededor del tercer año trabajando que algo no iba bien con ellos y, por lo mismo, para que todo les saliera bien requerían poner el doble de esfuerzo en todo lo que hacían. Eso los estaba agotando, personal, profesional, física y mentalmente.

Se dispusieron a ahorrar durante ese tercer año, recaudaron lo suficiente para tomarse un año sabático. Lo mismo hicieron dos años y medio después e incluso lo planean repetir el próximo año.

¿Les ha funcionado? Varios me han respondido sin nada más que “Ufff… no tienes idea”. Regresan con nuevas ideas, con las pilas recargadas, entusiasmados, más efectivos en todo lo que hacen, sanos, sin estrés y en paz.

Ojo que la primera vez que decidieron hacerlo fue porque hasta su cuerpo se los estaba exigiendo, pero luego siendo inteligentes lo planearon antes de literalmente volverse a fundir.



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Jamás he tomado un año sabático, creo que en ello he fallado ¿y tú?

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