Te levantas temprano ya sea para ir a trabajar o estudiar, te sientas en la mesa, luego empiezas a comer, te diriges a tus actividades, tomas el transporte público o el carro. Observas cómo las personas buscan una oportunidad en la sociedad, unas con más suerte que otras. Llegas a tu destino, te entretienes un rato con tus amigos, almuerzas, los que trabajan dicen “qué aburrido” y los que estudian “ya no quiero estudiar”. El día pasa y llegas a tu casa, con una cara larga de ¡no querer saber del mundo!
Si vives solo, te vas directo al cuarto y te duermes; si resides con tus padres, ni las buenas noches les dices ¿por qué? Estás cansado de la vida. Pasan los días y los meses, todo es rutinario, no encuentras “inspiración” para seguir y lo único que te queda es ¿conformarte con tu vida? ¿Te ha sucedido? Ahora tratemos de cambiar la historia, imaginemos que todo esto es al revés.
Te levantas temprano, empiezas tu día con un ánimo increíble para ir a trabajar o estudiar, agradeces a la vida por una oportunidad más. Después te subes al carro y pones tu música favorita, si vas en el transporte público platicas con la persona de la par. Observas que cada persona busca una oportunidad en esta sociedad y te dices “hey, qué suerte tengo”. Llegas a tu destino y el día empieza de la mejor manera. A pesar de las preocupaciones y problemas, la pasas genial con tus amigos, almuerzan y simplemente tu día no puedo haber estado mejor.
Llegas a tu casa, miras a tus padres, platicas y compartes con esos viejos que han estado a tu lado en todos los momentos buenos y malos. Si vives solo, agarras el teléfono y dices: “Hola mamá, hola papá ¿qué tal? Miras tu serie favorita y te duermes. Pasan los días y los meses, todo es rutinario, pero cada día le encuentras un motivo más para agradecer por la vida que tienes.
La vida no es fácil, si lo fuera solo como la primera historia, seríamos las personas más infelices y si fuera perfecta, simplemente no sería vida. En cada momento de nuestra existencia, vamos a aprender muchas lecciones, cada una de ellas nos van a enseñar algo que necesitamos en ese tiempo. Los momentos difíciles nos hacen crecer como seres humanos y los felices ayudan a fortalecernos en aquellos instantes que nunca esperamos que lleguen. Todo en la vida es un balance, lo bueno y lo malo.
Ya te has preguntado ¿soy feliz? ¿Agradezco lo que tengo? Sea poco o mucho. Cada persona tiene un propósito en la sociedad ¿sabes cuál es el tuyo? Mírate en un espejo y cierra los ojos, viaja a ver a aquel niño o niña que sonreía por cualquier cosa. Recuerda cómo eras, aquellos momentos que te marcaron en tu vida, abre los ojos y mírate, agradece por quien eres hoy.
Nick Vujicic ¿te suena? Él sin extremidades superiores e inferiores ha hecho grandes cosas, mira el video.
Ahora me vas a decir que: “No puedes hacer nada”. Cree en ti y esfuérzate, tienes un propósito en esta vida ¡suerte!