El legislador Mario Taracena inició desde muy joven su carrera en la política, cuando apenas tenía 26 años; ya era integrante de la Asamblea Nacional Constituyente, representando a la Unión del Centro Nacional (UCN), y posterior a ello fue electo diputado al Congreso. La primera vez que estuvo en el Legislativo fue en 1986.
Taracena ha pasado por varios partidos políticos: el primero fue UCN, luego PAN y después la UNE. De las agrupaciones anteriores, terminó su relación política debido a los problemas que tuvo con algunos dirigentes.
Taracena también estuvo un período en el Parlamento Centroamericano, representando al PAN, y después regresó al Congreso.
En las elecciones de 2015, Mario Taracena, Nineth Montenegro e Iván Arévalo sobrevivieron y lograron estar otros 4 años en el Legislativo, pero ahora ya solo quedará el representante de la UNE.
Sin embargo, la carrera de Taracena ha estado envuelta en muchas situaciones, desde denuncias en su contra por violencia contra la mujer, hasta ser presidente del Congreso de la República.
El polémico legislador, en 2012 le “desarmó” un micrófono a Gudy Rivera, quien era el presidente del Organismo Legislativo en aquella época.
Pero no fue lo único que le pasó, pues Taracena y Delia Back se vieron envueltos en un percance en el Congreso, cuando la legisladora le tiró agua justo en el momento en que se discutían algunas leyes en el hemiciclo.
Mire, Taracena puede que sea odiado por muchas personas, incluidas las diputadas, pero también hay muchas a quienes les causa gracia que el legislador siga en el Congreso, pues aunque muchos ven que tiene un temperamento poco usual, también es un buen operador político. Para ellos, la muestra son las reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos”. – Alejandro Pérez, analista político.
Mario Taracena ha sido reelecto desde 2004 por el mismo partido político.
Por sus años en el Congreso ha participado en diferentes comisiones de trabajo, como Relaciones Internacionales, Finanzas, Economía, Legislación y puntos constitucionales, entre otras.
Lo que menos le gusta a Taracena, del Congreso de la República, es que los políticos ya no tienen palabra.
“Como se ha ido deteriorando el concepto de la palabra, la palabra es la palabra y es sagrada en política; el principal patrimonio de un político es su palabra y durante los años se ha ido tergiversando, se ha ido malinterpretando”. – Mario Taracena