Angustiado él y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores enmudeció, y no abrió su boca. Isaías 53:7
¿Es posible explicar el amor o la fe?
Me formulé esa pregunta cuando inicié a escribir este artículo, porque eso es para mí ser cucurucho: amor y fe. He oído cientos de historias, unas te llenan de asombro, otras te llevan incluso a derramar unas lágrimas. Y es que la imagen de Jesús de la Caída, conocido también como Jesús de San Bartolo, desborda pasión en los corazones de sus feligreses, de los devotos cargadores y de miles de chapines que no se pierden por nada del mundo el cortejo procesional, único en salir el quinto domingo de Cuaresma.
El cortejo tiene más de 100 años de recorrer las calles de la Antigua Guatemala. Su recorrido inició en 1902 y de acuerdo con miembros de la Hermandad de Jesús Nazareno de la Caída, no se sabe cuándo llegó al templo la Consagrada Imagen, la cual se atribuye a Pedro de Mendoza, sin embargo no hay documentos que respalden esa aseveración. De acuerdo con cifras de la Municipalidad de Antigua Guatemala, se estima la participación de un millón de personas en el cortejo procesional y el ingreso a esa ciudad colonial de más de 10 mil vehículos livianos, 300 microbuses y 400 buses.
Devoción y tradición
Sin duda ustedes conocen a Philip Chicola, el politólogo que sale en la TV. Por si no lo sabían es un devoto cargador. Y el cortejo de Jesús de la Caída es una de sus más sagradas tradiciones. “Tengo 15 años de cargar en la procesión de Jesús de la caída. Para mí es la procesión que se ha vuelto el referente de la Semana Santa antigüeña, cada año San Bartolo acoge más y más feligreses”.
De acuerdo con Chicola, ésta procesión tuvo un boom desde hace más o menos 10 años, cuando cucuruchos de la ciudad capital migraron a la Antigua Guatemala para poder llevar en hombros la procesión. “Hubo un éxodo masivo de cucuruchos capitalinos a La Antigua, yo incluido. El arte que reviste el cortejo es impresionante, el anda, la túnica del Señor y principalmente la Imagen de Cristo. Recordemos que la mayoría de Nazarenos siempre van de pie, de esa manera la Imagen de Jesús de San Bartolo tiene otra aura, creo que es una de las imágenes más paradigmáticas, y sin duda uno de los momentos más emotivos del cortejo, que toca las cuatro esquinas de la Antigua, es la bendición de Santa Lucía a su paso por La Ermita de Santa Lucía”.
Max Santacruz, analista político, es un fiel cucurucho al igual que Chicola y la procesión de San Bartolo es una de sus favoritas. Cámara en mano ha documentado varios cortejos y es conocido entre los cucuruchos por su pasión, conocimiento y entrega a la Semana Santa y sus procesiones. “Para mí es la procesión más concurrida de la Semana Mayor, podríamos decir que éste cortejo es la antesala de las procesiones mayores como se les conoce, hablamos de los Nazarenos de la capital como San José y La Merced de la Antigua, para luego pasar a los Santos Entierros”.
“Pero San Bartolo es especial. Esa Imagen tan linda, tan especial, el detalle de la caída que la hace única, su inclinación y el sufrimiento de Cristo en su vida sacra. Sus ojos denotan el dolor, pero con dulzura también reflejan el esfuerzo al cargar la Cruz y como nos enseña a seguir adelante en términos de la fe, pues luego de ese sufrimiento vino su muerte y lo más importante, su resurrección”, comenta Santacruz