Vestidos con sus capas y pañuelos de color verde, llenos de energía y seguridad, pero amigables y obedientes a la vez, los perros y gatos que forman parte de Mascotas Terapeutas, visitan cada mes las pediatrías de los hospitales Roosevelt y San Juan de Dios.
Acompañados de sus propietarios y voluntarios de esa organización, estos amigos de cuatro patas llevan alegría a los menores, con quienes comparten y juegan, su principal objetivo es contribuir con su estado de ánimo, lo cual según médicos del área, mejora considerablemente su salud en general.
José de 7 años, es un paciente renal que ha logrado mejorar notablemente desde que la perrita Betina lo visita. “Me alegra mucho cuando ella me viene a ver”, comenta el pequeño, originario de Chimaltenango. Según médicos del San Juan de Dios, desde que José recibe la visita de Mascotas Terapeutas, come mejor, está más tranquilo y tiene un buen estado de ánimo.
Para los voluntarios, compartir el amor incondicional, la disciplina, la fidelidad y el entusiasmo de sus perros, durante las visitas a estos centros, es un ejemplo a seguir para muchas personas y una muestra más de la importancia de respetar a estos seres. ” De mi perro he aprendido mucho, sobre todo a compartir mi tiempo y mi cariño con los niños que tanto lo necesitan”, expresa Wendy, voluntaria.
Mascotas Terapeutas comenzó su trabajo en 2002, en la pediatría del Hospital General San Juan de Dios.
“Al principio el programa fue visto con cierta duda por los médicos, pero con el tiempo vieron a los perros como parte de la atención integral que se debe dar a los pacientes”, expresa Rosario Barrios, su fundadora.
“Cuando Mascotas Terapeutas inició, nadie antes había trabajado en las intervenciones asistidas por animales. La organización fue el primer proyecto serio y se ha mantenido por 15 años”, agrega.
“Es bonito saber que las mascotas han contribuído con la salud de muchos pacientes”, Rosario Barrios, fundadora de Mascotas Terapeutas.
TERAPIA ASISTIDA POR ANIMALES
Sabías que según estudios hechos en países como Estados Unidos, en los centros donde se brinda terapia asistida por animales, se ha determinado que existen numerosos efectos beneficiosos para los pacientes, como se la disminución de la presión arterial, frecuencia cardíaca y los niveles de estrés, además de mejorar el bienestar emocional y su interacción social como consecuencia del vínculo humano – animal.
Es común encontrarse en un hospital con niños deprimidos o tristes porque están enfermos y lejos de sus casas, pero al ver a los perros e interactuar con ellos, se levantan inmediatamente de sus camas y tienen deseos de jugar, incluso corren para que les den su medicina a cambio de poder seguir con las mascotas, por lo que el mayor beneficio que hemos encontrado es que el paciente deja de enfocarse en su enfermedad y vuelve a ser un niño con ganas de reír, jugar e interactuar con las personas, explica Barrios.
El principal logro de Mascotas Terapeutas ha sido tener acceso a los hospitales de la red nacional y ser los primeros en establecer programas de apoyo para víctimas de abuso, maltrato y violencia, además de haber llegado a tener más de 100 voluntarios activos en las filas de la organización, comenta Barrios.
Actualmente cuenta con 55 voluntarios y entre los requisitos para formar parte de la agrupación están: ser mayor de edad y tener una mascota. Actualmente participan: gatos, perros, hurones y hámster. Las mascotas y sus propietarios deben recibir un curso de capacitación.
Según Barrios, el entrenamiento para las mascotas consiste en un refuerzo en positivo y la técnica clicker training, para lograr que el perro o gato tengan una estabilidad emocional y controlen sus impulsos, y de esa forma asegurar que disfrutarán de las visitas y sesiones de terapia con las pacientes. El dueño debe aprender a apoyarlo y saber en qué momento esta cansado o estresado y necesita un tiempo libre.
Estrella fue la pionera
La perra Estrella es la pionera de Mascotas Terapeutas. Desde los 6 meses hasta los 12 años trabajó junto a Barrios, visitando los hospitales y fue el rostro de la asociación.
Estrella abrió las puertas en los hospitales y tuvo la tarea de hacer las presentaciones para que los médicos dieran los permisos. Ella inspiró a más personas a participar y a mejorar el entrenamiento de sus perros.
“Estrella como su nombre, era una estrella que brilló con luz propia, un oso peludo que los niños amaban abrazar y que supo identificar a aquellos pacientes que más necesitaban de su presencia”, agrega Rosario Barrios.
Mascotas Terapeutas busca incorporar más programas de terapia asistida con animales en el área de violencia, maltrato y abuso infantil, así como aumentar el número de hospitales que visita y llegar a la provincia.
