Lulu no se sentía cómoda con el tamaño de sus glúteos, lucían muy pequeños para su gusto. Así que una noche de esas de desvelo, tras una efímera consulta a su almohada tomó la decisión: se practicaría una cirugía de aumento con injerto graso o lipo injerto.
Ella extrajo una suma considerable de sus ahorros y contrató los servicios de un cirujano, supuestamente plástico. Su experiencia: de pesadilla, de esas que es mejor no recordar a la mañana siguiente.
El galeno resultó ser una explosiva y peligrosa combinación entre carnicero y charlatán. “No fue cuidadoso, la seguridad quirúrgica mínima, se me infectaron las heridas, que de estéticas no tienen nada. Yo siempre presumí que mi cuerpo no tenía cicatrices, ahora tengo unas marcas espantosas en el vientre que dan miedo. El dolor de la recuperación fue insoportable, no me dejó dormir bien por dos meses. No cuidaron mis tejidos internos.
A los meses sintió que sus nuevos y esculpidos glúteos perdían forma y se tocaba unas bolas parecidas a abscesos de grasa. Lulu evalúo sus alternativas y encontró solo una posible: realizar una nueva cirugía. Esta vez se garantizaría de seleccionar el médico correcto.
“Después me enteré que el primer cirujano no está en la Asociación de Guatemalteca de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva, solo sacó un curso corto en Francia. La segunda experiencia fue diferente y la recuperación fue de solo dos semanas”.
Infórmese bien antes
El cirujano plástico Alfredo Longo, especialista en cirugía estética y reconstructiva explica que, aunque el aumento de glúteos con injerto graso o lipo injerto, extracción de grasa abdominal para la posterior inyección los tejidos subcutáneos y músculos de los glúteos, es un procedimiento relativamente simple, conlleva riesgos y una preparación mínima, que pasa por la evaluación física y clínica del paciente.
Longo explica que es importante revisar que la paciente se encuentre cerca de su peso ideal, con un estado de salud óptimo. “Deben de realizarse exámenes como: hematología completa, tiempos de coagulación, pruebas de función renal, entre otros”.
La Asociación Guatemalteca de Cirugía Plática, Estética y Reconstructiva, cuenta actualmente con 33 miembros activos. Para formar parte de ella es necesario contar con los título de cirujano plástico, certificado por la Universidad de San Carlos y estar inscrito en el Colegio de Médicos como cirujano plástico.
Longo explica que estar en la asociación es opcional, lo que sí es obligatorio es registrarse ante el Colegio de Médicos como cirujano plástico. “Hay muchos colegas muy profesionales que han decidido, por temas personales, retirarse de la asociación o no inscribirse, estar fuera no los descalifica, pero todos deben de registrarse ante el Colegio de Médicos”, enfatiza.
El profesional explica que los pacientes deben tener el cuidado de conocer a profundidad quién es el médico y en caso que no esté en la asociación verificar, mediante el colegiado activo, que esté registrado como cirujano plástico en el Colegio.
Lulu cuenta que ese cuidado no lo tuvo ella. “He sabido que muchos son solo son cirujanos y que han cursado algún programa corto que después utilizan para ofrecer sus servicios como cirujanos plásticos, este fue mi caso”, lamenta.
Un cirujano plástico, como mínimo debe estudiar un postgrado en esa especialidad entre 2 y 4 años. “En algunos lugares piden 2 o 3 años de cirugía y en otros es indispensable estar graduado como cirujano explica Longo. Por lo que un cirujano plástico, requiere al menos 5 o 6 años de experiencia entre cirugía y cirugía plástica para tener los conocimientos mínimos para realizar este tipo de intervenciones.
En Estados Unidos la preparación mínima puede estar entre los 6 y 7 años, mientras que en Europa puede ser de 5 años.
Longo recomienda, para no caer en manos de un charlatán, revisar que el médico sea realmente un cirujano plástico con título certificado por la Universidad de San Carlos, conocer la carga curricular y la experiencia del profesional. También ve como algo deseable verificar los permisos hospitalarios que el médico tiene. “Los hospitales de prestigio solo admiten a cirujanos plásticos con buenas credenciales profesionales y académicas. Aunque la intervención se haga en un sanatorio, si tiene los permisos hospitalarios es un buen indicador”, recomienda.
Longo advierte que como toda cirugía un agrandamiento de glúteos conlleva una serie de riesgos tales como: perforación intestinal y los propios de la anestesia. “El médico está obligado a corroborar que la paciente esté en condiciones de salud óptimas para la cirugía y a informar de estas posibles consecuencias”, dice.
De acuerdo a un estudio de mercado, realizado con ayuda de Lulu, una cirugía promedio puede costar entre Q18 y Q24 mil, más gastos post operatorios (masajes, curaciones, antibióticos, entre otros). El tiempo de recuperación no debería exceder las dos semanas y media. Y usted ¿Está ha pensado en hacerse una intervención de este tipo? Si lo va hacer, solo infórmese apropiadamente y no se arriesgue.
Más información acerca del aumento de glúteos: https://cirugia-plastica-en-guatemala.com/aumento-gluteo/
Mayores consultas: Dr. Alfredo Longo: https://cirugia-plastica-en-guatemala.com/contacto/