Cuando Sylvia, directora de Relato, me sugirió escribir de Samuel, por supuesto que acepté y lo hice por varias razones. Una, debido a que fue tendencia en redes, todo mundo hablaba del video del hijo del Presidente; otra, porque me molesta que la gente acuse, se burle y emita juicios a la ligera, sin conocimiento. Eso es algo que no SOPORTO, ME ENOJA, siempre he creído que antes incriminar debo tener PRUEBAS que den veracidad a una historia.
Lo primero que hice fue hablarle a Samuel y pedirle una entrevista; nos reunimos el domingo 9 de julio a las 11:30 a.m. Lo imaginé diferente; es un joven alto, de 1.75 m, 22 años, llegó vestido con jeans, playera y tennis de color rojo. Molestón y cuenta todo sin miramientos.
EL BOOM DEL VIDEO
El famoso vídeo fue subido el 4 de julio; para el 6 había llegado a 100 mil vistas. El 13 de julio, fecha en que escribí este relato, registraba 117 mil vistas. Su fan page tiene 11,360 seguidores. Obviamente lo primero que hice fue preguntar ¿Imaginaste tanta crítica al difundir tu video? Respondió: “Ha habido críticas buenas y malas. Las malas no han sido por mi música, sino por la condición de mi papá. Pienso que los buenos comentarios me hacen más humilde y los malos me impulsan a ser mejor”.
Samuel adoptó el nombre de Seim por abreviar Sam, pronunciando la “a” como “ei” en inglés, cuenta que rastreó algunos de los comentarios comprobó que provenían de Nepal, Bangladesh y Argelia. “Es raro que aparezcan donde no se habla español”, refiere. Esto sucede cuando se compran plataformas para evitar que se identifique su origen.
“¿POR QUÉ TANTO ODIO?”
Samuel se pregunta: ¿No sé por qué tanto odio solo hago lo que me gusta? En un país donde la política “es un río revuelto” cuyos intereses están por encima de todo; donde la lucha contra la corrupción empezó con excelente pie; donde la justicia se politizó; donde las redes se usan para informar o para desprestigiar y donde abundan los call center, concluyo que es una época difícil para ser presidente y a su papá le tocó. A muchos no les importa que Seim desde los 5 años ame la música. Su salida se convierte en motivo para atacar al Gobierno o para sacar la frustración del guatemalteco que ha sido defraudado.
Samuel empezó a los 13 años a tocar guitarra. Recibió clases de piano, bajo, percusiones, batería y ukulele entre los 15 y 16. Grabó covers y los subió a plataformas; con el tiempo decidió hacer su proyecto musical, hizo una primera composición que jamás hará pública porque, dice, le salió fea. Hoy de su repertorio el 50% es propio y el 50% de otros autores.
Tiene cuatro años preparando este proyecto. Su estrategia es difundir un sencillo cada dos meses, en el 2019 lanzará su primer álbum. Ha trabajado con gente como Piva; Paulo Mateu, Estuardo Topi y Alejandro Leiva. La promoción del video se dirigió a México, Perú y Ecuador, donde gustan del regetón pop, tropical y ritmos caribeños, géneros que Seim decidió incursionar porque su color de voz empata.
“Tengo ya un club de fans en Instagram, de unas 25 ecuatorianas y posiblemente me contratan para presentarme en Perú. En octubre un artista llamado Buxxi me dio un tema, lo vamos a cantar juntos, el vídeo se hará en Izabal”.
“Quiero ser reconocido internacionalmente”
Aquel muchacho que cantó covers unas 15 veces en bares cuando tenía 18-19, a donde iba con su guitarra a pedir trabajo quiere volar. Atrás quedan sus participaciones en colegios, Talent Tour de Aula y de Pepsi. Empezará a hacer presentaciones y quizá forme una banda. Amenizará dos bodas y estará en miniteletones.
¿Presentaciones en vivo y la seguridad, es hijo del Presidente? ¿Qué piensa tu mamá y tu papá? “Mi mamá me dice que tenga cuidado y que me fije bien quién me va a contratar. Mi papá me apoya; le dije que mejor empezaba cuando él saliera de su condición, pero me dijo que si ese era mi sueño no lo aplazara y que siguiera con lo que empecé”. “Mi familia es unida, todos están contentos. Mi papá tiene tres hermanos, somos 10 primos y mi mamá es hija única, su papá murió cuando tenía 15, así que tiene 10 tías que parecen sus 10 mamás”.
“He trabajado en Moralejas en producción y musicalización,pero lo que me gusta es cantar. Mi familia y yo perdimos nuestra libertad de expresión, cualquier cosa que decimos o hacemos puede generar polémica o es mal visto. No puedo ver noticias sin perder mi tranquilidad o se dice algo que no es o no entiendo por qué hacen ciertas cosas”.
“Después del revolú del video a ver cómo me reciben en la Usac, estaba de vacaciones, estudio ingeniería electrónica. No me discriminan, aunque tengo que ir con escoltas, lo cual me molesta mucho. Cuando mi papá ganó solo me decían que debería comprar muchos No Nos Tientes, pura molestadera sana. Soy amiguero, trato de no salir entre semana porque hago música y estoy en mi estudio. Los viernes y sábado me voy de fiesta. Soy un chavo normal que piensa ir al gimnasio, porque acepto críticas y voy a bajar de peso”, finaliza. Y yo termino diciendo: No me consta si de una partida del Estado salió el financiamiento del vídeo, por eso no acuso. Aunque no lo creo, los funcionarios tienen los ojos puestos en ellos y Guatemala necesita honradez, Jimmy lo sabe. Lo que sí sé, es que cualquier papá apoyaría a un hijo que quiere cumplir un sueño. No olvidemos que el Presidente tiene un salario y tiene derecho a hacer con él lo que quiera. Es un chavo de 22 años su sueño es ser cantante, es todo.
