Los últimos acontecimientos cada día ponen en entredicho la estabilidad económica, política y social de nuestro país. ¿Pero, realmente todos estos sucesos estarán a favor del pueblo?
Los jóvenes son parte fundamental para una sociedad; lo podemos observar en aquellos países que cada día más poseen una sociedad longeva. Lo que los lleva a atraer jóvenes de otros Estados para tener un cambio fundamental en su sociedad y economía.
Esto nos pone a pensar; si nuestro país posee un gran porcentaje de jóvenes, esto quiere decir que tenemos un gran potencial económico ¿cierto? La verdad es todo lo contrario. De acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Empleo e Ingresos (ENEI 2-2017) presentada a finales del año pasado, Guatemala tiene una tasa de desempleo del 4.2%, y de subempleo del 14.2%.
Las condiciones laborales para la población son muy difíciles, especialmente para los jóvenes. En el país, existen 16.2 millones de habitantes, según datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). De 6.6 millones de guatemaltecos (40.7%) se encuentran como Población Económica Activa (PEA) y el 4.1 millones (25.3%) forman parte de la Población Económicamente Inactiva (PEI).
Por medio del Acuerdo Gubernativo 297-2017, el Presidente de la República, Jimmy Morales estableció el nuevo salario mínimo. Que se divide así: actividades agrícolas y no agrícolas, el nuevo salario de Q90.16 diarios, equivale a Q11.27 por hora, en jornada ordinaria diaria de trabajo, o lo proporcional para la mixta o nocturna, lo que representa un salario mensual de Q2,742.37, más la bonificación de incentivo de Q250, para un total de Q2,992.37.
Por lo que nos lleva a pensar ¿qué pasaría si todo ese 25.3 por ciento tuviera un empleo? ¿Las condiciones de nuestro país cambiarían?¿Los políticos estarían dispuestos a ejercer políticas públicas para el pueblo? O ¿las condiciones seguirían desiguales? En México en pocos días se llevarán a cabo las elecciones y tanto López Obrador como los demás candidatos están en búsqueda del voto más difícil, el voto joven. Guatemala no está muy lejos de la realidad mexicana; corrupción, desempleo, hospitales en mal estado, infraestructura que deja mucho que desear y un sinfín de problemas.
Les pregunto a los políticos ¿los jóvenes guatemaltecos tenemos una oportunidad en Guatemala? Y me refiero a poder hacer un cambio positivo, poner en práctica lo aprendido en la universidad, que desde mi punto de vista todo ese aprendizaje se realiza para ponerlo a favor de la sociedad. ¿Será que realmente a los políticos les importamos? O ¿solo necesitan de nuestros votos cada cuatro años para seguir enriqueciéndose?
Guatemala tiene una nueva era desde la famosa primavera guatemalteca del 2015, ¿la recuerdan? Todo un pueblo se levantó para valer sus derechos, hacerse escuchar, demostrar que ya el país necesita un cambio real, un futuro prometedor. Para los nuevos políticos que quieren ganarse el voto del guatemalteco joven tiene que tener claro esto: nosotros no somos la misma sociedad que han gobernado 30 años atrás; tenemos a nuestro favor herramientas como las redes sociales que nos ayudan a fiscalizar. Cada vez queremos propuestas nuevas e innovadoras y sobre todo el cumplimiento de la ley y la constitución.
En pocas palabras ya no queremos lo mismo. Deseamos que nos escuchen y tomen en cuenta nuestra voz. Allá afuera hay personas que se están preparando para optar a cargos importantes, ¿ustedes señores políticos lo van a permitir? Van a aceptar que estos jóvenes tomen su puesto y empiecen a trabajar por la sociedad, en un futuro no muy lejano. Ellos estarán al mando de la política del país, personas con grandes ideas que podrían unirse con los políticos buenos que aún quedan. ¿Están dispuesto a escucharlos?
Guatemala ya no es la misma y esperamos que nuestro país mejore para que toda una sociedad, sin importar origen, clases sociales e ideología, en especial los jóvenes tengan en realidad una oportunidad de vida y así poder ser agentes de cambio. ¿Clase política de Guatemala, están dispuestos a permitirlo?