No importa lo que Brenda quería, murió Comercio 2 la llora y duele en el alma.
Solo la pienso. Lo valiente que fue cuando se ahogaba en dolor cuando sus compañeros la sacaron de debajo del carro.
Lo tenaz que fue en esa sala de hospital, cuando por última vez dijo su nombre, Brenda.
Después cerró sus ojos para jamás volverlos a abrir. ¿Que nombre puedo darle a esto? Solo se me ocurre Dolor. Impotencia y cólera.
Los alumnos de Comercio 2 están conmocionados, yo estoy con los ánimos al suelo, y ya no tengo fuerzas al ver como nuestra niñez y juventud es asesinada.
Cómo es posible que sigamos aparentando que somos una sociedad sensible, si ni siquiera está capturado al conductor que puso el pie en el pedal y no le importó llevarse de largo a cuanto niño pudo. El hijo de un pastor de iglesia que impunemente anda en la calle. El es un homicida y ojalá el Juez lo encierre por muchos años.
No mejor dicho, cómo podemos fingir que somos una sociedad comprometida con nuestra niñez, si permitimos que la atropellen, la quemen, la cercenen, la destrocen y la maten, y al final agachamos la cabeza.
Estamos mal señores, muy mal. Porque un país que no quiere a sus niños, es un país sin principios y sin valores.
Y que nadie me venga con el tema de las manifestaciones o bloqueos, porque las niñas del Hogar Seguro no estaban bloqueando calles e igual las quemaron vivas dentro de un cuarto, y previo a ello fueron ultrajadas y maltratadas.
Comercio vive una tragedia, sus corredores vacíos, sus aulas grises, un silencio profundo inunda cada rincón de ese establecimiento y ex alumnos estamos consternados. Las niñas lloran cada vez que miran las noticias.
Hoy otra vida. La de Brenda. Hoy todos tienen miedo, hoy la chica morenita ya no está, y no importa que quería ser o cuales eran sus sueños, los adultos se los truncaron y no hay vuelta atrás, hoy solo queda un escritorio vacío.
Espero que quien la asesinó tenga su conciencia negra, que no duerma, y que tenga las peores pesadillas.
Y que los y las guatemaltecas de corazón, los solidarios, que estamos siempre en pie de lucha y justicia ayudemos a darle consuelo a sus compañeros, a los estudiantes de Comercio 2. Yo no tengo más que decir estoy devastada.