¿Ni María Chula ni Canchito Guapo? imagen

Es peligroso generalizar, y aunmás peligroso es caer en las garras del falso racismo. ¿Es María Chula un término racista? Te invito a debatirlo en #ElBlogDeJuan

Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.

Negar que en Guatemala hubo y hay racismo sería ridículo. Negar que la mayoría de nosotros (ladinos, indígenas, mestizos, blancos – guatemaltecos) hemos sido racistas más de alguna vez sería mentira. Partiendo de esas dos premisas quiero discutir abiertamente con mis lectores el #CasoMaríaChula que ha despertado múltiples reacciones en estos días. 

Es cierto que hay puntos de vista racistas inconscientes que prueban que muchos guatemaltecos, unos más que otros, son racistas. Existen algunos vocablos utilizados por ladinos y blancos que sugieren racismo hacia el indígena, como “indio” o “cholero”, por ejemplo. Pero es peligroso generalizar. Un colega me dijo alguna vez “quien quiera interpretar perversamente las cosas, siempre encontrará una manera de hacerlo” y considero que esta denuncia es un claro ejemplo. Lo decía en mi blog anterior: aquí en Guatemala hay que encontrarle cinco patas al gato y un pelo en la sopa a todo lo que hacen los demás. La mayoría son pasionales y exagerados, víctimas cuando les conviene y, por supuesto, cangrejos. 

María: el nombre que no debe ser pronunciado



Comunicado de Codisra

Luego de analizar el comunicado de la Comisión Presidencial contra la Discriminación y Racismo (Codisra) estoy en desacuerdo con ciertos planteamientos que quiero debatir (con calma y sin bilis, ahorrándoles así ese tipo de comentarios a mis queridos críticos de sofá). El segundo punto del comunicado sugiere que “Los términos María Chula han sido utilizados como parte del lenguaje discriminatorio hacia las mujeres mayas (…) María es un término peyorativo utilizado para nombrar a las mujeres indígenas que portan indumentaria maya, es un forma de sobregeneralización que anula su identidad individual”. Lo siento, pero no. 

El argumento de que al utilizar el término “María Chula” estamos usando a la mujer indígena como objeto es errado. El mismo nombre de María tiene, en su mayoría, una connotación religiosa. Además, que sea un nombre popular no necesariamente encierra una denominación negativa, ¡al contrario! Por otro lado, el término “chula” es un modismo que hace referencia a calificativos como “bonita” o “hermosa”. Solo porque a “alguien se le ocurrió” (como decía mi colega Susana Portillo en su blog) burlarse del nombre de María y utilizarlo de manera peyorativa, ¿tenemos que pagar respetuosos por racistas? ¿no es esto sobregeneralizar? ¿estamos cediendo terreno a los verdaderos racistas? Mi colega columnista de República, Betty Marroquín debate esto en su columna. 

No es justo cargar contra el negocio de una guatemalteca cuyas intenciones jamás fueron racistas. No se vale condenar al emprendedor tomando medidas extremas como esta. La dueña de la tienda, María Andrea Flores (Ijuela, ¡se llama María!), se “disculpó” para hacer lo que en ese momento consideraba políticamente correcto y evitar más persecución, pero en el fondo sabemos que esa fue una disculpa de fachada, porque nadie pide perdón por algo que no ha hecho mal. Yo no lo haría. ¿Ustedes? No me mal interpreten, el verdadero racismo es condenable e intolerable, pero es muy fácil cruzar la línea entre exageración y realidad.



La tienda virtual “María Chula”. Foto por: perspectivas.com.gt

Racismo unidireccional y declaración de guerra

Lo que sucede es que en Guatemala abunda la “doble moral” (otra frase que está de moda) pero no por defender o criticar el nombre “María Chula”, sino por ser partícipes de un racismo unidireccional. Ilustres críticos, en este país hay racismo de las dos vías; de blancos a indígenas y de indígenas a blancos. Obviamente, basta con leer un poco de historia, sabemos que el indígena es el más atacado pero eso no extingue la otra cara de la moneda. 

Es una lástima que situaciones como estas, en vez de unirnos a todos bajo el nombre de guatemaltecos para luchar contra el racismo como tal, ayuden a crear bandos de oposición cada vez más fuertes. Pareciera que cada vez nos acercamos a una declaración de guerra racial y retrocedemos un par de siglos. El odio y el resentimiento debieron quedarse atrás, pero hoy los seguimos discutiendo aferrándonos a escándalos que se sostienen sobre argumentos sentimentales.

Cuestionario hipotético

Antes de finalizar, quiero retarles a ustedes, estimados lectores e ilustres críticos, a resolver este cuestionario hipotético que he preparado. ¿Se atreven a responderlo en los comentarios? La única regla es ser sincero. 

1. ¿Si “María Chula” hubiese sido propiedad de una mujer indígena, habría reaccionado Codisra de la misma manera?

2. ¿Su hubiese una tienda llamada “Canchito Guapo”, sería catalogada como expresión racista por utilizar “términos peyorativos” hacia los blancos-ladinos que, tanto como los indígenas, son guatemaltecos y pudieran “sentirse discriminados”? 

3. ¿Somos víctimas y defensores del racismo solo cuando nos conviene? 

4. ¿Hemos “pedido perdón” por ser racistas solo para hacer lo políticamente correcto y evitar ese “quedar mal” y “qué dirán” que tanto nos atormenta a los guatemaltecos?

5. ¿Son “María” y “Chula” realmente términos peyorativos como dice Codisra? ¿Cuál es ese “contexto” que definen? ¿Qué hay de  “Pedro” y “guapo”? ¿Los términos “chino” y “gordo” también son peyorativos? ¿Codisra será el nuevo policía del “lenguaje chapín”? ¿Es “chapín” un término peyorativo? 

¡Espero sus respuestas!

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