Conversaciones con un Extraterrestre -I-
Bienvenidos estimados lectores, amigos, colegas, estudiantes y nómadas de la red. ¡Gracias por leerme! Inauguro un nuevo espacio dedicado a la divulgación científica. En este espacio, nos acercaremos más al Universo que nos rodea, haciendo escala en rincones poco frecuentados de él. Aquí aprovecharé para compartir los más recientes descubrimientos de la astronomía y para dar a conocer algunos trozos poco conocidos de la historia de la astronomía. Reflexionaré sobre el mundo en que vivimos y espero compartir con ustedes mi preocupación por lo frágil que es nuestro lugar en el Cosmos en que nos encontramos. Comentarios y sugerencias para tópicos a abordar, siempre bienvenidos.
En esta primera entrega y en varias subsiguientes, quiero hacer una reflexión sobre quienes somos nosotros, los humanos, suponiendo que podemos vernos reflejados en un ser extraterrestre que nos visita. -A la Vizinczey -diría un profesor de astronomía que tuve en México, quien me recomendó leer un libro excelente sobre las aventuras de un extraterrestre en la Tierra titulado “El hombre del toque mágico”.
Imaginemos por un instante, que el momento llega. Nos contactan los extraterrestres y sin tanto protocolo, nos visitan. Yo los imagino curiosos y simpáticos a diferencia de los que los cineastas hollywoodenses imaginan. Si un día visitaran nuestro planeta Tierra los viajeros extraterrestres, yo pienso que estarían extremadamente sorprendidos de algunas cuestiones humanas y creo que, salvo por unas pocas cuestiones que podrían interesarles como la diversidad de vida que hay en nuestro planeta, ellos probablemente preferirían seguir de largo a buscar planetas con seres menos conflictivos que nosotros.
¿Puede imaginarse despertando por la noche completamente rodeado de extraterrestres curiosos y simpáticos que quieren hacerle infinitas preguntas sobre la Tierra?
A menudo pienso en qué ocurriría si yo me viera en una situación de estas y tuviera que describirles a ellos nuestro mundo. Pienso sobre todo, en qué les diría cuando tenga que discutir porqué somos violentos y cuando tenga que discutir algunas cuestiones inquietantes asociadas a nuestro trato con el planeta.
De hecho este tema es un punto que a menudo lo menciono a mis estudiantes quienes muchas veces me toman a broma. Por ejemplo, a mis estudiantes me gusta preguntarles, ¿Qué le dirían a un extraterrestre que les preguntara sobre nuestro planeta? o por ejemplo, ¿Qué le contestarían al alienígena si preguntara sobre algunos de los números que le hemos arrancado a la naturaleza, como la velocidad de la luz o la aceleración de la gravedad sobre la superficie de la Tierra?, o ¿Cómo medimos el tamaño de nuestro planeta?
En esta época me ha causado gran frustración ver la poca capacidad que tenemos para llegar a acuerdos entre nosotros. Basta con ver un poco alrededor para convencerse de que esta afirmación es válida en muchos ámbitos, personales, sociales, académicos y políticos nacionales e internacionales.
Y aquí es donde me imagino, por ejemplo, ¿Qué le contestaría a un extraterrestre que me preguntara por qué tenemos armas? La pregunta la hago porque recientemente, leyendo un diario, me enteré de una noticia que, luego de pensarla un poco, me pareció escalofriante. La nota es sobre el número de fusiles de asalto AK 47, que una compañía internacional ha producido: 100 millones. Cien millones es una cantidad astronómica, es un 1 seguido de 8 ceros (100,000,000). Pues bien, ése es el número de fusiles que esa compañía ha fabricado, de ese modelo en particular.
Pongamos esto en perspectiva. Supongamos que la población de toda Guatemala incluyendo adultos y niños, es de aproximadamente 15 millones de personas. Entonces, si juntamos toda la producción de este modelo de rifle, podríamos darle 6 rifles a cada persona (incluyendo menores de edad y adultos). Si eso no le asombra, permítame ejemplificar lo mismo con la población de Centroamérica, podríamos darle más o menos un arma a cada centroamericano. Yo pienso que esto es un poco triste.
¿Cómo le describiría usted esto a nuestro simpático amigo extraterrestre? ¿Estaría contento de describir algo así? ¿Y qué decir de las más de 12 mil ojivas nucleares almacenadas en los arsenales del Club Nuclear de la humanidad. Con eso, podríamos destruir a la humanidad como la conocemos no una, sino varias veces. Estas cifras son reales y me hacen imaginar cómo reiría el extraterrestre al enterarse de un hecho asombroso como este. ¿Cómo sería escuchar algo así de criaturas como nosotros?
Yo pienso que esto no es algo de lo que precisamente podríamos sentirnos orgullosos como especie. Hemos sido capaces de organizar grandes viajes de exploración y de ponernos de acuerdo para lograr arrancarle varios secretos a la naturaleza pero aún fabricamos instrumentos para destruirnos los unos a los otros y no preservamos la vida.