Inspiración para el 2018 (I) imagen

Iniciaré preguntándole sobre su semana. ¿Cuánto tiempo empleó diariamente a sentirse agradecido por lo que tiene?

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¿Cuántas veces se rió de verdad? ¿Cuántos minutos empleó en oración o en reflexión personal? Si sus respuestas fueron “poco” o “casi nada” seguramente estará bajo en inspiración. La evidencia científica en ramas como psicología, teología, sociología, neurociencias y medicina son irrefutables: la inspiración correlaciona directamente con la calidad de vida y con todos los indicadores de salud y bienestar. Podemos aprender y elegir tomar algunas decisiones que impactarán en los resultados que obtengamos en el 2018.

¿Qué es la inspiración? Se usa muy a la ligera la palabra, pero su significado es muy profundo. Si lee las dos definiciones que da el Diccionario de la Real Academia Española, encontrará que la inspiración es: “ilustración o movimiento sobrenatural que Dios comunica a la criatura.” La segunda definición es “efecto de sentir el escritor, el orador o el artista el singular y eficaz estímulo que le hace producir espontáneamente y como sin esfuerzo”. En ambos casos, la connotación es hacia la forma en que hacemos algo. Empleando la primera definición, ¿Cómo sería nuestro actuar si viviéramos de acuerdo a la voluntad de Dios?. Empleando la segunda, ¿Cuánto esfuerzo emplearíamos a hacer nuestras actividades diarias si estuviéramos inspirados?

La búsqueda de inspiración en estos últimos años ha sido abrumadora. Las ventas de libros motivacionales han aumentado en 150%, las ventas de charlas motivacionales ha aumentado al orden del 100% anual. La búsqueda de Dios en la religión organizada ha aumentado en años recientes. ¿A qué debemos esta tendencia?

De acuerdo a diversos sociólogos, la respuesta yace en que en años recientes hemos dejado de celebrar como comunidad, nos hemos situado en silos individuales, hemos crecido en actividades, pero poco en propósito. Todos estamos cada día trabajando más como autómatas y menos como seres humanos. Por ello, iniciaba con preguntas que están correlacionadas a la inspiración y en general a un estado mental de bienestar. ¿Diría usted estar más agradecido frecuentemente con lo que tiene o quejándose por lo que no tiene? ¿Afirmaría usted que ríe frecuentemente y busca, como los niños, sentirse pleno, o está molesto o irritable consistentemente? ¿Diría que reflexiona profundamente sobre su vida y busca alimentar su área espiritual o no es una disciplina que forme parte de su día a día?

Estamos aproximándonos a un fin de año y mucho se habla de lo que podría pasar en el siguiente. Las conversaciones suelen tornarse automáticamente hacia “el fin está cerca” y hacia cuestionar si en realidad los humanos viviremos más generaciones sobre la Tierra. ¿Qué tal viéramos el fin del mundo como el fin de la indiferencia, el fin de vidas sin propósito y nos concentráramos para ser más humanos? ¿Qué tal si vemos el 2018 como el año para enfocarnos en causas más grandes que nosotros mismos y dejamos el individualismo? No estoy hablando de utopías o idealismos. Quizá el cambio que necesitamos está en su familia, en su círculo de amistades, en su trabajo, en la comunidad en la que sirve. Quizá usted tiene hoy la posibilidad de impactar positivamente en otra persona y brindarle esa inspiración que todos necesitamos.

En resumen, esta primera entrega de tres que reflexionaremos sobre evidencia y herramientas para encarar este 2018 de forma distinta le invita a tres retos: ser agradecido, a reír más a menudo y a orar y reflexionar. ¿Qué hará en 2018 por alcanzar sus sueños?

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