GABY PAIZ,  LA PEQUEÑA CONSTRUCTORA DE UNA CAUSA GIGANTE imagen

Gaby comprendió un problema y algo grande despertó en su interior. Su sensibilidad la empujó a no quedarse de brazos cruzados. Meraki nació de su inspiración por transformar la realidad.

Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.

De primera impresión Gaby es una adolescente normal. A sus 17 años disfruta de asuntos propios de su edad: compartir con amigos, en familia, bailar -le encanta- leer y ver series. Es excelente estudiante. El año que viene se gradúa del Colegio Valle Verde. Aunque aún no sabe con exactitud qué estudiará, tiene grandes planes para el futuro.

Soy bastante soñadora, y lucho por lo que quiero.




Pero Gaby es más. Posee una vocación de servicio que ha asombrado a muchos. La inspiración la llevó a poner en buen uso esa vocación. Basta con conocer lo que está haciendo y por qué lo hace para ver cómo sentirse inspirada la llevó a construir algo grande. 

El nacimiento de una necesidad: ayudar

A los 14 años se le presentó la oportunidad de ayudar a 2 niños que no podían costear su educación. Son ángeles enviados por Dios que fueron su inspiración.

Parecía que yo los estaba ayudando, pero fueron ellos quienes me ayudaron. Me dieron la oportunidad de empezar Meraki.

El detonante que despertó su motivación

Siempre ha estado agradecida por la educación que recibe. Sabe lo vital que resulta y aprendió que no todos tienen acceso. Al conocer los casos realizó que es una bendición que no se toma a la ligera. El contacto con ellos gestó en Gaby una visión de la problemática educativa que se vive en Guatemala.

Estos casos movieron todas sus referencias. Escuchaba cómo se hablaba del problema y cómo se buscaban las causas. Realizó que nadie se acercaba a las familias,  que no les ofrecían ayuda. El evento abrió sus  jóvenes ojos.

Decidí que no iba a ser de las personas que ven problemas y solo hablan de ellos, yo iba a ser un cambio. Quería ayudar a estas personas y lo iba a hacer.

Desde esa edad era consciente de que asistir al colegio influye radicalmente a lo largo de toda la vida. La motivó saber la diferencia que la educación hace en cada persona.

Si no fuera al colegio, definitivamente no sería la persona que soy ahora.




Nace Meraki

Estaba conmovida y decidió actuar. Personas sufrían por no poder afrontar los costes de educar. Dedujo que en Guatemala existen más familias que padecen esta carencia. Estaba preocupada.

Se acercó a sus padres para  realmente hacer algo. De su inquietud nació la idea de organizar una exposición de arte para recaudar fondos. Empezó por llamar a artistas que confiaron en su causa y en ella, a pesar de sus 14 años. Consiguió muchos donativos y junto al equipo de Meraki, recién integrado, recaudaron más de lo esperado. Nacieron así las primeras becas.

Decidió que su proyecto no terminaría ahí. Con ayuda de un colegio en zona 17 se examinó a niños de sexto grado con alto rendimiento, de escuelas en zona 17 y 18. Así se se integran grupos de niños a quienes ayudan. Sus vidas han sido transformadas con becas que les permiten continuar su educación secundaria en instituciones privadas.

El segundo año se sumaron más artistas a la causa y de nuevo superaron la meta.

Este es el tercer año de Meraki y Dios sigue haciendo milagros. Son casi el doble las obras expuestas. Esperamos que nos den la oportunidad de otorgar becas a más niños.




Meraki significa hacer algo con amor, con creatividad y poniendo el alma en lo que se hace. Para Gaby, lo que hacen en su fundación es reflejo fiel del significado.




El objetivo de Gaby a través de Meraki

Ayudar a niños de zonas marginadas a tener las mismas oportunidades de educación que yo tengo, que puedan optar a educarse en colegios privados y así logren cambiar la historia de familia en familia.




¿Qué se ha logrado?

Se ha otorgado becas que incluyen estudios, bus, uniformes, útiles, una tablet y asistencia a  las excursiones. Además se incluye un equivalente a desayuno y almuerzo.

En pocas palabras, las becas incluyen todo lo que mis papás me han dado.

Profundizar en el motivo que mueve a Gaby Paiz, sorprende y conmueve enormemente. Hemos de agradecer que alguien tan joven, poseedora de un arrojo inusual en los adolescentes, materialice cambios de vida en niños necesitados. Aplaudimos que su intención sea continuar  en el futuro, y lograr que Meraki trascienda.




Conoce a los niños beneficiados por el programa. Todos tienen historias que tocan el corazón. Ver lo felices que son por poder asistir a clases y conocer cuánta gratitud sienten la inspira día a día.

Uno se siente eternamente motivado por su felicidad, por el agradecimiento que sienten y por sus historias.

Seguimiento

Meraki monitorea a los becados. Reciben sus notas y celebran reuniones con niños y directores para ver el progreso académico, de adaptación y de alimentación. Gaby se reúne con ellos varias veces al año. Los niños Meraki celebran Navidad con miembros de la fundación.

El equipo y los colaboradores

Muchas personas colaboran. En primer lugar están los artistas que creen y participan. Y está el equipo Meraki, el colegio Montano y Fontabella. 




El evento 2017

Motivada por el éxito anterior y por el testimonio de los niños becados, Meraki organizó de nuevo la EXPO-VENTA Arte para becas estudiantiles.

La convocatoria que esta chica extraordinaria ha logrado no tiene precedentes. Más de 110 artistas guatemaltecos de renombre y emergentes, se han unido a su gran causa. 

Todo empieza con su capacidad de observar y su sensibilidad. Con su determinación a no quedarse de brazos cruzados, su gratitud e ingenio, ha dado pasos de gigante. Pasos que impulsan a otros. Gaby es un regalo para esas familias y gran orgullo para los guatemaltecos. 




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