Posadas, fe, devoción, ponche y tamal imagen

Las posadas son siempre de las actividades más esperadas en Guatemala durante la época navideña. La fe y devoción de cientos de familias se manifiesta durante las posadas.

Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.

Las posadas son siempre de las actividades más esperadas en Guatemala durante la época navideña. La fe y devoción de cientos de familias se manifiesta cada año durante sus recorridos y se han convertido en toda una tradición. 

Pero sabías que las posadas tienen un significado muy especial en Guatemala. Seguramente has escuchado que fueron introducidas por el Santo Hermano Pedro de San José de Betancourth. Sin embargo, lo que no mucha gente conoce es su significado.

Se conoce que las posadas surgieron de los siglos V al XV y que fue en Santiago de los Caballeros de Guatemala donde se arraigó la tradición durante la época de la colonia. Seguidamente, se sabe que fue la orden franciscana y luego la betlemita, las que replicaron las posadas en toda Mesoamérica, gracias al aporte del Santo Hermano Pedro en Guatemala. 




Marcia de Miranda, quien desde niña participaba activamente en las posadas, comenta que éstas recuerdan los nueve días que pasaron San José y la Virgen María en el camino a Belén, antes del Nacimiento del Niño Jesús, lo cual se simboliza también las nueve estaciones que se ubican durante su recorrido.

El sacerdote Carlos Amado, de la Parroquia Beata Madre Encarnación Rosal, indica que la importancia de las posadas se traduce también en la necesidad de abrir nuestros corazones a la llegada del Niño Jesús, a manera de confirmar nuestra fe.

Según de Miranda algo lo que más identifica a las posadas son sus cantos, los tradicionales faroles y chinchines. Seguramente has escuchado alguna vez el canto que dice: “En el nombre del cielo, os pido posada…” y al finalizar se escucha: “entren Santos peregrinos, peregrinos, reciban este rincón y aunque es pobre la morada, la morada se las doy de corazón”. Éste es el que cada hogar o casa que recibe la posada debe entonar y a estos se suman otros como “Peces en el río” y “Campanas de Belén”, que nunca pueden faltar en las posadas. Por lo general son los niños los encargados de llevar los faroles y chinchines durante el recorrido. 




En Guatemala se acostumbra, al finalizar la posada servir chuchitos, tamales y no puede faltar el delicioso ponche. En países como México, incluso se revientan piñatas y prácticamente se convierten en una fiesta para las familias que la reciben y participan. 

Hace poco  participé en la posada de una comunidad católica en el municipio de San Miguel Petapa, donde varios niños y jóvenes dijeron que lo que más les gusta de las posadas es el ponche, los chuchitos y los tamales. Sin embargo, otras personas comentaron que confirmar su fe en Jesús es lo que más valoran de participar en éstas celebraciones. 

Sofía Domínguez, de 10 años, comenta que lo que más le gusta de las posadas es cargar el anda y tocar los chinchines. “A mí me gusta cargar la posada porque dice mi mamá que es una forma de llevar a la Virgencita y a San José en su recorrido para el nacimiento del niño Jesús, pero también me gusta tocar los chinchines”, dice sonriente. 

Anabella de González, quien cada año asiste a las posadas acompañada de sus dos hijas, comenta “participo por fe, porque sé que las posadas nos permiten una preparación para recibir al Niño Jesús en nuestro corazón. Como dicen, no importa si la posada es grande o pequeña, lo importante es la devoción con la que se hace y con la que uno participa, es una bendición venir cada año todas las noches a participar de las posadas”, dice.




Sebastián Fuentes, de 72 años, dice que lo que más le gusta de las posadas son los cantos y el ponche, pero ante todo que son una tradición que une a las familias. “Desde pequeño mi mamá me acostumbró a acompañarla a las posadas, junto con mis dos hermanos menores y eso no solo nos ayudó a reforzar nuestra fe, sino a unirnos más como familia y con otras familias”, agrega. 

Finalmente, Marjorie de Asturias, quien es catequista y colabora con la organización de las posadas en condominio, señala que ésta tradición es sin duda una de las más importantes de la época navideña, después del Nacimiento, para toda la feligresía católica. “La época de Adviento y toda la preparación que significa la llegada del Nacimiento del Hijo de Dios, tiene que ver en mucho con las posadas, para mí las posadas y los Nacimientos son lo más alegre de la Navidad”, comenta, al señalar que cuando la ha recibido en su casa preparan tamales y ponche, ya que es toda una fiesta para su familia.

Fernando Gómez, del grupo de jóvenes y del coro de esa comunidad, dice que muchos más jóvenes se han unido a las posadas implementando incluso otros instrumentos como redoblantes y guitarras para acompañar las posadas. “Creo que los jóvenes pensamos distinto, pero al final lo importante es que podamos manifestar nuestra fe, en este caso por medio de nuestra música e instrumentos”

Y a tú ¿has participado en alguna posada? ¿vas a recibir una este año? y ¿qué es lo que más te gusta de las posadas? No te pierdas de esta bella tradición que une a las familias.

Todas las noticias, directamente a tu correo

Recibe todas las noticias destacadas de Relato.gt, una vez por semana, 0 spam.

¿Tienes un Relato por contar y quieres que nosotros lo hagamos por tí?

Haz click aquí
Comparte
Comparte