Me sigue impactando la cantidad de guatemaltecos que siguen buscando el sueño americano y cruzan la frontera sin papeles. Me asombran los que pagan $7mil dolares a Coyotes y abogados para irse al otro lado, cuando ese dinero bien serviría para mudarse a otra comunidad dentro de Guatemala, comprar una casa, pagar universidad o una escuela técnica, poner un negocio.
La falta de oportunidades en Guate es REAL pero también es real que Estados Unidos no es la única oportunidad que existe. No quiero decir que estoy en contra de la migración, estoy en contra de que muchos buenos guatemaltecos, trabajadoras, honestos, pierdan la vida migrando al norte por un futuro aparentemente “mejor”. Según el New York Times, al 23 de enero de 2018 iban 11 tiroteos en escuelas en lo que va del año. En veintitrés días, ONCE tiroteos.
Migrar al norte no es equivalente de tener calidad de vida.
Puede ser que sí, puede ser que no. Irse sin papeles usualmente significa que las familias deben quedarse sin padres y sin madres. Hijos que crecen solos con dinero pero sin guías, con zapatos de marca pero sin abrazos, sin disciplina.
Estados Unidos no necesariamente es mejor que Guatemala. La diferencia es que aquí no estamos dispuestos a conseguir 2 o 3 trabajos, allá sí. Aquí tiramos basura en la calle, allá no. Aquí no queremos aprender otro idioma, allá hablamos inglés. Aquí nos gastamos toda la plata de un solo, allá ahorramos. Aquí tenemos límites en nuestra mente, allá creemos que todo es posible. Lo que cambia no solo es el paisaje, también somos nosotros.
Ojalá aprendieramos a cambiar aquí.
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