El oro brasileño es un oro falso, de mala calidad. Las joyas elaboradas con este mineral llaman la atención por sus diseños y brillante color. Eso sí, una vez pasa por agua y por sol, este engañoso metal se oxida y sale a luz tal cual es: un mineral de segunda que no es duradero.
Álvaro Arzú es llamado mono de oro, pero al parecer salió de oro brasileño, de esos que encantan con sus obras maquilladas, que deslumbran con sus 21k, 10k y festivales navideños, pero que son incapaces de resolver a profundidad los grandes problemas de la ciudad.
Arzú deberá enfrentar un proceso judicial y veremos de qué está hecho y si es capaz de salir del jaque en el que lo pusieron el Ministerio Público y la CICIG.
El ex presidente y cinco veces alcalde de la ciudad Álvaro Arzú Irigoyen podría, si prospera el antejuicio que el MP y la CICIG interpusieron en su contra, enfrentar a la justicia por peculado y financiamiento electoral ilícito.
El MP y la CICIG lo señalan de haber utilizado fondos de un fideicomiso municipal para el pago de materiales promocionales que se utilizaron en la pasada campaña electoral, esa donde el jefe edil obtuvo el 56% de los de los 479 mil 891 votos válidos, según la Memoria Electoral 2015.
Apenas dos años atrás 269 mil 161 citadinos eligieron a Arzú Irigoyen para que continuará al frente de la Municipalidad de Guatemala. Hoy por hoy ¿Lo volverían hacer? Luis Enrique Cruz, su competidor más cercano, apenas obtuvo 95 mil 036 votos, un 19%.
Arzú ganó la elección sin despeinarse. Ese contundente triunfo lo hicieron olvidar el susto de la elección de 2011, cuando sintió como las candidaturas de Roberto González Díaz-Durán y del ex ministro y ahora prófugo Alejandro Sinibaldi le pisaban los talones.
Según la Memoria Electoral 2011 Arzú se quedó con la alcaldía con el 36% los sufragios, un total de 180 198, mientras que González Díaz-Durán y Sinibaldi obtuvieron el 29 y 25% respectivamente.
¿Qué cambió en ambas elecciones? ¿Por qué, si Arzú venía de un notable decrecimiento en la pasada elección, pudo otra vez ganar sin problema? Aliarse con el segundo lugar (González Díaz-Durán) y competir así como la coalición Creo-Unionista fue determinante para que un electorado, deslumbrado por la organización de carreras y del maquillaje urbano, le votara por cuarta vez consecutiva.
Lo cierto es que Arzú ha tenido victorias indiscutibles en las urnas, incluso cuando más se le acercaron aventajó con 35 mil votos a su más cercano competidor. Si algo no podemos alegar los citadinos, incluso los que nos oponemos al cacicazgo y al populismo del alcalde, es de algún intento de fraude.
Jaque al rey
Por eso es importante la jugada del MP y la CICIG, porque por primera vez pone en jaque al mono de oro, mote mediático con el que es conocido el líder del Partido Unionista –PU–. Este se tambalea al son de la justicia y de los años y queda evidenciado que aunque tiene poder, cada vez son menos los citadinos que le respaldan.
El polémico alcalde, ese que ataca la prensa y se niega a dar declaraciones, el que dice que la prensa es corrupta y que es afecto a iniciar juicios de imprenta, esta vez reclamó, a su salida del Ministerio Público, donde intentó encarar a Thelma Aldana y a Iván Velásquez, los micrófonos y dijo que el antejuicio era una venganza del MP y la CICIG porque él, el todo poderoso, había frenado el intento de golpe de Estado al presidente Jimmy Morales.
¿Puede un alcalde detener un golpe de Estado? Según el jefe edil sí. Él pudo, él solo y no necesitó ayuda de nadie y ahora el MP y la CICIG le quieren pasar la factura.
Lo cierto es que para Arzú Irigoyen el antejuicio no tendrá ámbito político, será solo por la vía judicial donde él deberá defenderse. ¿Podrá hacerlo?
Por años el alcalde se ha cerrado a la prensa y ha negado entregar información de los fideicomisos municipales esos que, según el MP y CICIG, fueron utilizados para pagar la campaña unionista.
Lo cierto es que el respaldo a la administración de Jimmy Morales y sus sobresaltos lo han hecho perder popularidad. Esto sumado a la relación que la ciudadanía encuentra en él y su hijo Álvaro Arzú Escobar, quien fue uno de los ciento y tantos embajadores de la impunidad que intentaron legislar un triste 13 de septiembre a favor de la corrupción, cuando reformaron el Código Penal.
De hecho Junior no tardó en enviar un tweet de apoyo a su progenitor y los resultados fueron catastróficos: muchos comentarios en contra y pocos a favor. En un ejercicio rápido pude leer que de 20 respuestas solo tres apoyaban al jefe edil.
Lo mismo ocurrió con un mensaje de su otro hijo Roberto Arzú, quien fue hundido en las redes sociales. La pregunta es Arzú, hoy por hoy, el líder político que gana elecciones sin despeinarse. ¿Podría ganar, en caso le permitieran participar, una nueva elección? Yo me atrevería a decir que muy difícilmente.
Arzú se acuerpará ahora del Ejecutivo y de Edwin Escobar, generoso donante de las paradas del Transmetro a quien una vez le escuché decir: “Arzú solo saldrá de la Muni con los pies por delante”. Habrá que ver. Dejemos que la justicia, que tarda pero no olvida, haga su trabajo. ¿Y vos qué pensás que ocurrirá?
Fotos extraídas de las cuenta de Twitter de Álvaro Arzú y Álvaro Arzú Escobar
