La gente me dice que disfrute mi embarazo, que me espera una rutina muy dura cuando nazca mi segundo bebé. Los desvelos, dividirse para atender a dos hijos en etapas diferentes, la casa, la lactancia, los gastos, los cólicos, el cansancio y demás.
Nada de lo que me puedan decir me asusta tanto como pasar por el embarazo. A veces me cuesta abrir el corazón y decir con extrema sinceridad: “El embarazo no es la mejor parte de mi maternidad”.
Estoy claramente consciente que es hermoso el significado del embarazo, si no lo supiera no hubiera deseando tanto este bebé. Se gesta un ser humano en nuestras entrañas, sentir las pataditas y todo romántico en esta etapa es la mejor parte.
Pero pocos te comprenden cuando se trata de lo que sentimos: las náuseas, las idas al baño, lo difícil que es perder la movilidad hasta para amarrarse los zapatos, la acidez, la ansiedad que el bebé nazca sano, los cambios emocionales y hormonales.
El embarazo no es mi mejor momento, lo reitero y para sentirme acompañada en este blog, busqué en Google la siguiente frase: “no me gusta el embarazo” y encontré muchos foros donde algunas mujeres abrían su corazón, como lo estoy haciendo yo.
Alguien escribía esta frase: “Me da envidia cuando las leo, como se les cae la baba cuando hablan de sus barriguitas y de lo bien que les va. Tengo muchas molestias, no tengo ganas de nada, me encuentro horrible con todo lo que pongo y no quiero salir. No soporto que la gente beba y fume porque me pongo súper ansiosa; pienso que no voy a ser capaz de ser buena madre. A veces se me olvida completamente que estoy embarazada; entonces noto alguna patadita y me entra el cargo de conciencia de pensar todas estas tonterías”.
Sentirse mal no es malo, lo que no está bien es sentirse así y no buscar ayuda. Tenemos que ser valientes y abrir nuestro corazón, incluso, si es necesario buscar un especialista en salud mental porque a veces no es suficiente encontrar en esas pataditas la fuerza para seguir adelante.
Si tú eres el entorno de una mamá embarazada, no le digas lo difícil que puede llegar a ser su vida después de que nazca el bebé, mas bien dile cómo la apoyarás en esa etapa.
Por favor, cambien los consejos de los Baby Showers, en vez de decirnos que procuremos dormir toda la noche y que descansemos porque los bebés lloran todo el tiempo, dinos cómo podemos hacer para reducir su llanto.
No nos digas que acostumbrarlos a los brazos está mal, más bien ofrece los tuyos para cargarlo. Las mamás necesitamos buenos consejos, sentirnos acompañadas y apoyadas. No nos llenen de miedo, más del que ya tenemos.
Para las que están pasando por un mal momento en el embarazo, por experiencia con mi hija les puedo decir que todo lo que sentimos durante esta etapa tiene su recompensa.
Les mentiría si les dijera que la maternidad es fácil. Efectivamente uno se desvela todas las noches, los bebés quieren estar en brazos todo el tiempo, cuesta tomar una ducha caliente y relajarse, comer con las dos manos es una hazaña casi imposible y las preocupaciones abundan por todos lados.
Pero nada, nada de lo que pueda pasar después de los 9 meses de embarazo es algo horrible o inaguantable. Nos llenamos de un amor profundo que nos da la fuerza para disfrutar y amar esta vida caóticamente hermosa.
Ilustraciones del libro: I am so pregnant