A propósito del racismo imagen

No se trata de Codisra, ni de Look Magazine, ni de María Chula. Esta es la conversación que necesitamos tener.

Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.



Un día, Rosa Parks se hartó de la discriminación racial en su país. Se fue en contra de la ley, del status quo y de lo que dictaba la comunidad. Hay quienes la insultaron, amedrentaron y más adelante en su lucha, hasta recurrieron a la violencia. Ella, una mujer afroamericana, se negó a ceder su asiento de bus a un blanco (norma social y legal en los años 50 en Estados Unidos). A partir de allí se desencadenó historia: un boicot masivo a los autobuses de la región, protestas, cambios, el surgimiento de Martin Luther King quien escribe este libro del que les voy a contar.

Se llama “Un Sueño de Igualdad”.

Hace semanas que empecé a leerlo, mucho antes del escándalo de Look Magazine y María Chula (de lo que no vamos a hablar) me hizo pensar en lo familiar que me resultaba el panorama de aquel Estados Unidos cincuentón que proponía cambios: no sin escándalos, no sin violencia, lamentablemente.

Me sorprendió como varios blancos insultaban a los negros por su descaro, el de no aceptar las normas sociales. Muchos creían que no había nada de malo, que la discriminación mantenía un órden social necesario. Intentaron desacreditar a las personas que lideraban esa lucha, muchas veces tuvieron éxito.  Tan parecido a esta Guatemala que a ratos o siempre, duele.

Encontré esta joya, le tomé foto y me la quedé guardada, segura de que encontraría la ocasión para usarla.




“Sentí algo que me decía: << Quien acepta el mal pasivamente está tan mezclado con él como el que ayuda a perpetralo. Quien acepta el mal sin protestar, realmente está cooperando con él >>. Cuando las gentes oprimidas aceptan con gusto su opresión, sólo sirven para dar al opresor conveniente justifación de sus actos. Frecuentemente el opresor sigue sin advertir su mal, envuelto en su opresión, tanto tiempo como los oprimidos la aceptan.”
– Martin Luther King.

Lo que más me impacta es la parte final “el opresor sigue sin advertir su mal”. Y pienso en tantos de nosotros que seguimos defendiendo males que a penas empezamos a comprender.

Muchos pueden argumentar que la situación en Estados Unidos es distinta y más grave que la nuestra. Estoy de acuerdo con que es diferente en algunos puntos pero la nuestra es aún más grave de lo que pensamos. Si tan solo lo pensamos.

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