Los largos pasillos de Hospital Nacional San Juan De Dios, provocan incertidumbre, incluso, dan temor.
Al ingresar al lugar se siente el olor característico de un centro asistencial, esa mezcla de desinfectantes, medicamentos y gases.
Para un adulto estar internado es muy complicado, para los niños lo es aún más y sobre todo cuando las condiciones nos son las más adecuadas.
La red hospitalaria de Guatemala tiene serios problemas y queda reflejado en el área de pediatría del San Juan de Dios, esa es la realidad que se vive a diario en el país.
Tras recorrer todas las unidades se puede establecer que el hacinamiento y la falta de instalaciones adecuadas son un grave problema para la salud de los menores, sobre todo para los recién nacidos y los que se encuentran en estado crítico.
Hay un solo intensivo para los neonatos (niños de 28 días o menos de nacidos), lo cual dificulta su recuperación y pone en peligro su vida.
El pasado fin de semana Relato visitó el lugar y pudo constatar que en una sala con capacidad para 30 niños, se encontraban 60.
A pocos metros de ahí, se ubica la emergencia para los infantes, pero además es utilizada como área de intensivo y eso dificulta el trabajo del personal médico. Los cuartos de shock fueron acondicionados para atender pacientes graves.
También hay un intensivo que se encuentra abandonado y que fue construido durante el gobierno del Partido Patriota; sin embargo, por actos de corrupción al momento de su edificación, no se puede utilizar aún, debido a que el Ministerio Público lo tiene sellado.
Los rostros de las madres y familiares en un hospital reflejan la tristeza que aumenta cuando las condiciones no son las más adecuadas.
Sin un menor de edad debe ser operado, en algunas ocasiones se debe esperar turno por varios días, ya que se solo hay seis quirófanos, aunque se necesita duplicar esa cantidad, según admiten médicos entrevistados.
“Debimos esperar una semana para que el bebé fuera operado”, resalta una señora.
El Hospital San Juan de Dios es un centro de referencia para niños con problemas de espina bífida (defecto de nacimiento en el cual la médula espinal de un bebé no se desarrolla correctamente), pero solo cuenta con 14 camas, debido a la falta de espacio.
El director de ese centro asistencial, Juan Antonio Villeda, resalta que están haciendo todos los esfuerzos para mejorar la atención.
Villeda nos acompañó a realizar el recorrido por varias áreas del nosocomio y dice que es urgente ampliar los espacios de atención a los menores y que pese a las limitaciones asegura que se están haciendo esfuerzos para mejorar.
“Vamos a construir una nueva área de pediatría”, dice mientras señala un espacio sobre una terraza.
Se lamenta que la Ley de Contrataciones tiene demasiados trámites burocráticos y que eso retrasa la compra de medicinas y otros insumos.
En la pediatría de acuerdo con protocolos médicos se atienden niños hasta los 12 años.
Villeda reconoce que de darse una emergencia de gran magnitud y que involucre a infantes el hospital, no estarían en la capacidad para atenderlos.