Un  tercero destruyó mi matrimonio imagen

Ese tercero se metió en mi matrimonio, cada vez se hizo progresivo. Se aprovechó del diario vivir, de los problemas que toda pareja enfrenta; acudir a un tercero le provocó relajación.

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Ese tercero se fue metiendo en mi matrimonio poco a poco, cada vez se hizo más progresivo. Se aprovechó del diario vivir, del estrés del trabajo, de los problemas naturales que todo humano y pareja enfrentan; acudir a un tercero en discordia le provocaba, decía él: “relajación”. Le daba algo diferente a su monótona vida.

Al principio fue fiesta, alegría, salir de la rutina, le permitía desinhibirse, pues no tenía que responder a compromisos. Sin darnos cuenta lo atrapó. Ese tercero fue muy poderoso, más que yo, más que él, más que el supuesto amor que dice, aún, tenerme.

Como mujer la situación me hace sentir impotente. Solo el amor y el compromiso de esposa tradicional me hacían estar a su lado, en su torbellino de inestabilidad. Como familia caímos en ese juego, pretendimos seguir adelante, creíamos que esta vez iba a ser diferente. Me pregunto: ¿Cuántas mujeres siguen hoy con sus parejas después de tanto daño provocado por vivir con un alcohólico?

El deterioro

Cuando uno es joven se dice: “Por el amor que nos tenemos cambiará”. Mmmmm, el 40% de los alcohólicos “en tratamiento” logra controlar su problema. La OMS nos indica que cada 10 segundos muere una persona a consecuencia del alcohol. Los bebedores acortan su vida 23 años.

Empecé a ver vecinos que morían alrededor de los 50-55-58 años, todos bebedores. Vi que muchachos se accidentaban mientras estaban bajo efecto de las copas.

El alcohol es causal de más de 200 enfermedades y el hígado es el principal órgano dañado. Además, de provocar cirrosis, ocasiona algunos tipos de cáncer, enfermedades cardiovasculares. Mientras que los encuentros casuales o los amantasgos impulsivos pueden aumentar el riesgo de contagio de enfermedades de transmisión sexual. Los accidentes de tránsito y peleas por causa de este fenómeno también pueden ser mortales o incapacitar.

En Guatemala, los accidentes provocados por bebedores ocupa el 3er. lugar, lo triste es que son jóvenes entre 18 y 30 años. Se producen principalmente viernes por la noche, sábado por la madrugada y noche.

El 25% de los jóvenes entre los 20 y 39 años muere por causas atribuibles al alcohol.



Tomada de El Sie7e. 

Seguir con él hasta el final

“El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. El amor no se deleita en la maldad, sino que se regocija con la verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”, 1 Corintios 13:4-7.

Esto nos indica el camino a seguir. Las esposas debemos luchar por seguir con nuestro esposo y tratar de apoyarlo y ayudarlo a buscar ayuda, acompañarlo con la mayor paciencia. Sé que algunas lectoras están esperando que les comparta cómo conseguí que mi esposo dejara de beber, cómo obtuve, nuevamente, una vida placentera, a eso voy.

La receta “mágica”

Costó, pero lo logré. Él nunca quiso ir a un grupo de autoayuda, si lo acompañé, no una, varias veces, pero no persistió. La enfermedad fue progresiva, de beber una vez por semana pasó a cada tres días y después un día sí y un día no. Vino lo que jamás imaginé, una amante, una mujer que directamente fue detrás de su dinero y hasta me lo dijo descaradamente: “Los negocios y los carros a cambio de estar con ese viejo”, como era de esperarse nunca vivió con ella, porque los hombres, raras veces se separan de la esposa.

El problema que puede venir es que paralelamente al incremento de ingesta de alcohol vienen los cambios de carácter, después de ser alegres, complacientes, compañeros, cómplices, vienen en ellos nerviosismo, inseguridad, mal carácter…

No se puede vivir con alguien así. Llené una maleta de autoestima, de amor a mí; no es nada fácil pero persistí y nunca abandoné la ayuda. Qué bien se siente estar seguro de lo que uno debe hacer, hoy quiero vivir y vivir bien y estoy aquí para ser feliz: “Me merezco lo mejor”. Claro que me costó, claro que a veces me siento sola, pero esa soledad tiene una recompensa, mi tranquilidad, comprendí que la soledad es independencia.

Patojos que hoy beben un día a la semana, luego cada cuatro días, no saben que esta supuesta enfermedad es progresiva y con el transcurso de los años los puede atrapar y provocar serios daños a su salud mental y física. Vi como alrededor de los 14 años, los chavos empiezan a meter alcohol a la lonchera para ingresarlas a las escuelas, lo que empieza como un juego, luego será un problema.

A mi hijo le decía: “Si te ofrecen alcohol y dices no, lo más seguro es que te empiecen a molestar, a decirte gallina y que mucho más”. Le completaba la frase: “Más falta de hombría tienen aquellos que se dejan atrapar por la bebida y rinden su voluntad a un vicio que les restará o anulará su felicidad”. Ojo papás, cuidado.

El alcohol es una adicción que puede ahogar la vida, tanto de hombres como mujeres. Mi experiencia me dice: “No te cases con un alcohólico”. Si quieres ayudarlo “déjalo que toque fondo o se recupera o no, pero que no te lleve a ti, a lo más valioso, tus hijos y tu paz. No pierdas tantos años”.

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