Por sus dolencias y síntomas Luisa fuma mariguana dos veces por semana y lo hace en el patio trasero de su casa.
Uno de sus vecinos amenazó con denunciarla, pues se queja del olor de la hierba, aunque luego que ella le explicó él entró en razón.
Ella padece de una migraña severa y por recomendaciones de un médico amigo de su familia, empezó a consumirla y asegura que los dolores han bajado mucho.
En otra parte de la ciudad Carlos y sus amigos también acostumbran a “darse un puro” como ellos lo llaman, pero lo hacen con fines recreativos.
Por lo general se reúnen dos veces por semana, pero también a escondidas por temor a ser detenidos por la policía.
Dos historias distintas que giran en torno a la marihuana (mariguana) o cannabis.
En varios países ya es legal, pero en Guatemala los fumadores deberán seguirlo haciéndolo a escondidas, pues la discusión en el Congreso de una ley que lo permita, se encuentra prácticamente paralizada.
Según el Informe Mundial sobre Drogas 2016 de la Organización de Naciones Unidas, América Latina, seguida de África, es la principal región del mundo en la que se produce y se consume cannabis.
Qué sucedió con la iniciativa
La lucha por la legalización sigue generando debate en el país, aunque en Legislativo uno de los proyecto de ley fue engavetado y el otro avanza a paso lento.
El diputado independiente Álvaro Velásquez hizo la propuesta en abril de 2016, pero de inmediato fue rechazada por el ala más conservadora del país, entre ellos, varios diputados al Congreso de la República.
La iniciativa tenía dos objetivos claros: regular el uso recreativo y medicinal.
Pero a las pocas semanas la comisión de Legislación y Puntos Constitucionales le dio dictamen desfavorable.
A la cabeza del rechazo estuvieron el presidente de esa sala de trabajo, Oliverio García Rodas y el diputado, Fernando Linares Beltranena.
Los congresistas argumentaron la violación a la Constitución Política de la República, entre otras cosas, porque el Estado debe impulsar acciones para evitar el alcoholismo y la drogadicción.
Ante esa situación Velásquez dio a conocer que hizo una nueva propuesta el 15 diciembre de 2016 y en la cual se determina que su uso sea medicinal y científico.
En la misma también se vuelve a incluir el uso recreativo, pero por medio de los denominados “clubes cannábicos”, es decir, que los consumidores puedan reunirse en grupos entre 5 y 45 personas para poder fumarla y que sean autorizados por el ministerio de Salud, ministerio de Gobernación y por las municipalidades.
También fue retirado el artículo en donde se permite la siembra a quienes hagan uso de la hierba, ello, quedaría en manos del Estado.
El proyecto se encuentra actualmente en la comisión del Salud del Congreso y la presidenta de la misma, Karla Martínez, dijo que aún no tiene una fecha definida para dar dictámen y que podría tardarse varias semanas.
Desde octubre de 2013 se propuso legalizar la marihuana en el país, cuando el entonces presidente Otto Pérez Molina dio a conocer esas intenciones, pero que tampoco tuvieron eco.
De momento quienes la consumen o la utilizan en otras modalidades deberán seguir haciéndolo de forma clandestina o bien viajar un país o alguna ciudad en Estados Unidos en donde sí es permitido.
Aunque, hay lugares en la Ciudad de Guatemala como los estadios o la Plaza de la Constitución, en donde la fuman sin ningún problema.
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