Todos sabemos que el originario de Akron en Ohio, LeBron James, es la estrella que ilumina el camino de los Cavaliers en la NBA y este domingo volvió a demostrar su potencial liderazgo con la victoria que los clasificó a la final de la Conferencia Este.
James llevó a Cleveland a su primer título en 2016. Su innato talento y gran corazón comprometido ilusionan a los seguidores del equipo, esperanzados de una nueva gloria.
El jugador sabe que está en tierra firme. A su alrededor todos lo quieren y admiran. Para los Cavs su regreso ha cambiado el rumbo de la historia y están a punto de celebrar a lo grande con la mesura y control de su máximo referente.
Aunque con el paso de los años han destacado varios personajes como Campy Russell en los setentas, Mark Price de la década de los ochentas y Brad Daugherty en los noventas, LeBron está escribiendo sobre piedra las vivencias cruciales con el equipo que lo vio nacer.
Después de ser abucheado y que sus playeras fueran quemadas por algunos aficionados dolidos luego de su traslado a Miami años atrás, hoy agradecen su protagonismo.
Los Raptors fueron su última víctima. Vieron cómo Cleveland construía un muro resistente y sin tregua se imponían en la pizarra con el definitivo 109-102 del cuarto partido.
Están a punto de defender la corona y aquel muchacho que comenzó en la NBA con grandes metas llegó a 35 puntos, 9 rebotes y 6 asistencias en una sola jornada. Nada mal para el mejor en un partido de trámite.
En su exitosa trayectoria ha estado acompañado por varias estrellas del baloncesto internacional como Kobe Bryant y su competidor en la actualidad, Stephen Curry. Dos de los que han escrito sus nombres en oro.
Su compromiso no se limita a quedar bien con los aficionados o establecer un vínculo agradable con la prensa. Su pasión nació en uno de los momentos más complicados junto a su madre cuando era aún muy pequeño y soñador.
Ahora, con mucho camino qué recorrer, quiere dejar una profunda huella como su ídolo Michael Jordan.
“The King”, apodo que se ha ganado a pulso, conformó una dupla perfecta junto a Kyrie Irving y aplastaron a sus adversarios, que se paralizaron ante la desaforada avalancha.
Con tres anillos en su haber y muchos sueños qué cumplir, James desenfundará sus mejores armas en lo que le reste de carrera deportiva, esperando que sea suficiente para desfilar por las mejores alfombras e inspirar a nuevas generaciones.
Fotografía de NBA Fans.