En esta ocasión decidimos estirar el colazo hasta La Antigua y, como es obvio siendo un sábado por la tarde nos topamos con que estaba llena, encontrar parqueo fue algo complicado, pero lo logramos. Luego, nos dispusimos a buscar un sitio tranquilo, en el que pudiéramos disfrutar de la tarde, estar cómodos y nutrir nuestros “pequeños estómagos”.
Ya me habían hablado de este sitio, pero jamás había entrado y como andamos en el rollo de darle chance a nuevos lugares, le dimos la oportunidad a Chermol, así que decidimos sorprenderlos; lo extraordinario fue que los sorprendidos con tal genial lugar fuimos nosotros. Como muchos saben son ellos los organizadores del ya muy conocido Festival de Cerveza Artesanal, pero su comida ¿ya la probaron? A su gente ¿ya la conocieron?
Todo el equipo es extraordinario, liderado por una excelente dupla, un argentino y un chapín, hacen que La Antigua y Chermol tengan seguramente a los mejores anfitriones. Ambos han logrado hacer un estupendo match fusionando las comidas argentinas con la chelas artesanales de Guate.
Es alegre cuando llegas a un lugar y te reciben como si fuera tu casa, te ofrecen algo de beber y qué se te antoja para comer. Lástima que no puedo tomar chela, porque tienen más de 25 tipos de cerveza artesanal, para saciar cualquiera que sea tu paladar. Pero el smoothie de mora que probé estaba delicioso, quise haber pedido un pichel lleno de él para traerlo a casa, ahora para la próxima.
Bien dicen que todos los días aprendes algo nuevo, solo es cuestión que estés dispuesto a escuchar y observar, aprendí que lo más importante para hacer chela artesanal es la limpieza, porque si dejas pasar eso por alto, arruinas tu lote de cerveza por completo, comentan que sabes que se arruinó cuando está ácida, intomable literalmente. Aprendí que el arte de tomar chela no se resume a ¿oscura o clara? Es un universo lleno de sabores, aromas y colores.
En cuanto a la comida, realmente exquisita, jamás creí que iba a probar pulpo, también me dispuse a darle la oportunidad y probé el carpaccio de pulpo (delicioso) estaba como para comerme el plato solita, tuve que ser generosa y compartirlo. El sándwich con chorizo argentino y papitas, y las extrañas, pero exquisitas empanadas de los 11 tipos, probé tres (espinaca con queso, frijoles colorados con chorizo y la empanada de pulpo) hicieron que quedara satisfecha.
Muchas gracias chavos de Chermol por tan extraordinaria tarde, gracias por abrirnos las puertas, por compartir su conocimiento y destellos de las historias de su vida, por tratarnos como si estuviéramos en casa. Y como lo prometí, no termina julio sin que regrese por mi chela del mes (tiene que ser la que huele a banano) y la empanada de loroco con champiñones.
