Después de perder el primer Grand Slam del año en Sidney ante el grandísimo Roger Federer, Rafa Nadal llega a la final del Roland Garros sin un solo set perdido, sin uno. Ya lo había logrado en el 2008 en la que su contraparte fue el suizo que lo destruyó en tres sets.
En la semifinal de este año enfrentó al niño maravilla el austriaco Dominic Thiem número 7 en el ranking de la ATP quien lo eliminó en la ronda de cuartos del Masters 1000 en Roma. Thiem, de 23 años, lo venció en 2 sets a 0 lo que le provocó una grandísima bronca al español.
Pero hoy los papeles se intercambiaron y Thiem fue destruido por Nadal en tres sets. Rafa ya lo había vencido en Barcelona y en Madrid, sin embargo en Roma se le reveló. Quiero pensar que el efecto de Francia en Nadal es inquebrantable como la luna del hombre lobo que lo hace invencible.
Nadal sabe que Stan es un rival a la altura. Sabe que aunque la maratónica sesión contra Andy Murray en la otra semifinal no es garantía que levante la copa. “No creo que a Wawrinka le haya afectado”, dice.
Otro suizo en el alba
Stanislas Wawrinka ya ganó el Roland Garros en el 2015 venciendo al ganador del año pasado “Nole” Djokovick en 3 sets a 1.
Stan “The Man” es un tenista que viene en muy buena forma y que con su impresionante saque puede hacerle de “cuadritos” la vida a cualquiera. Ha llegado a tres finales de Gran Slam y las ganó todas. Federer, Nadal y Djokovic han sido sus víctimas en tres años.
En la semifinal del Roland Garros, humilló, es la palabra correcta, al número 1 del mundo el escocés Andy Murray quien después de perder el cuarto set 6-7 se desvaneció mental y físicamente y el quinto set solo duró media hora para un aplastante 1-6.
Stan de 32 años, no es de mis favoritos pero tengo que reconocer que tiene un juego dominante y cuando le sale todo bien no tiene quién lo rete. Es una de esas piedras macizas que no cualquiera tiene la paciencia de romper.
Este Nadal de recién cumplidos los 31 es un deleite verlo jugar al nivel actual. Francia ya lo adoptó como su jugador preferido y tiene dos años de no verlo levantar la copa y le echa mucho menos. El domingo lo quiere ver de nuevo campeón, Francia es su segunda patria.
No sé ustedes pero en verdad quiero otra final Nadal-Federer en cualquier terreno, sigo pensando que si uno quiere ver un tenis de alto nivel. Ver a estas dos leyendas es la crema y nata del deporte mundial.
La final será reñida; un duelo de titanes. ¿Podrá Nadal recuperar el trono?