Ver, oír y callar: así reacciona el Gobierno ante la situación en Nicaragua imagen

Cientos de voces han sido silenciadas, una violación a los derechos vive Nicaragua y ante esto el Gobierno de Guatemala: ni una sola palabra.

Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.

Los últimos tres meses han marcado a Nicaragua con más de 270 muertes, voces que en búsqueda de la libertad y la verdad han sido silenciadas, reprimidas y obligadas a nunca más volver a hablar. Su lucha diaria es el bienestar de su país, una batalla que no distingue edad, religión, profesión ni género.

Pero mientras unos buscan incansablemente alcanzar la paz, otros tienen sed de sangre con fuego y metralla. Los paramilitares atacan sin piedad, esta vez dos estudiantes universitarios fueron las víctimas, uno de ellos fue identificado como Gerald Vásquez, de 20 años, el otro solo se le conoce por Francisco.

La iglesia de Managua había sido su refugio, su lugar de descanso desde la noche anterior a su fin, junto con ellos otros compañeros de estudio, tres periodistas y sacerdotes también se asilaban en la Parroquia Divina Misericordia, pero ni ahí lograron librarse de la masacre.



Foto: Televisa

El dictador Daniel Ortega ha teñido de muerte el país, apoderándose de todo derecho y reprimiendo cualquier señal de oposición. No existe la compasión, la policía había acordonado la zona para que los paramilitares persiguieran y llegaran hasta los estudiantes, ni siquiera el paso de las ambulancias fue permitido para ayudar a los heridos.

Unas 150 personas, muchas con heridas, oraban dentro de la iglesia con la presión de estar bajo asedio por casi 12 horas, nada les fue permitido ni siquiera dejaron pasar al obispo auxiliar de Managua Silvio José Báez.

Nicaragua se ha convertido en un campo minado, donde los minutos son contados, en el aire se respira muerte, sangre y dolor. No hay derechos y quienes los exigen son silenciados con fuego y metralla. De la iglesia han sido rescatados dos periodistas, tras una negociación con la embajada de Estados Unidos.



Foto: La Prensa

Ortega, apenas el viernes 13, hacia un llamamiento a la “paz” en compañía de sus simpatizantes en la ciudad de Masaya, toda una cortina de humo porque los grupos armados atacaron a los estudiantes atrincherados en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN) en Managua, un bastión de la resistencia estudiantil, que dejó al menos una decena de heridos.

“El Gobierno de Nicaragua cruza el límite de lo que es inhumano e inmoral” son las palabras del obispo Báez tras el ataque. También expresa que “la represión criminal es condenable desde cualquier punto de vista, la comunidad internacional no puede ser indiferente”.




Y el Gobierno ¿ya se pronunció?

Ante esto surge la pregunta ¿dónde está el apoyo de Jimmy Morales y del Gobierno hacia las víctimas? Ante catástrofes humanas, quebrantamiento de los derechos y de la vida. Seguirán actuando como simples espectadores y aplicar eso de: ver, oír y callar.

Durante estos meses de conflicto nada se ha dicho en nuestro país por parte del Gobierno, nadie da declaraciones, no hay una postura que defiendan, ni solidaridad que demuestren. Acaso es más importante una relación política que ciento de vidas humanas.

Exfuncionarios del Gobierno y algunos alcaldes hacen un llamado al presidente para que se pronuncie al respecto. El alcalde Edwin Escobar califica el silencio de Morales como “inaudito e inaceptable”.




La exministra del MSPAS, Lucrecia Hernández Mack, por medio de sus redes sociales expresó: “Toda mi solidaridad con el pueblo nicaragüense ante la represión de la dictadura Ortega-Murillo. Y mis reclamos al Gobierno de Guatemala por su silencio cómplice”.

Desde que inició la represión contra estudiantes y sociedad civil en Nicaragua, el único país en pronunciarse ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) ha sido Costa Rica.

Así de dramática es la situación que vive Nicaragua desde el pasado 19 de abril. Los jóvenes llaman a los consulados de diferentes países para pedir la intervención de la comunidad internacional para salvar la vida, pero pocos les prestan atención, otros (como hasta ahora Guatemala) permanecen como espectadores y cómplices por el silencio ante esta masacre provocada por la sed de poder.

Todas las noticias, directamente a tu correo

Recibe todas las noticias destacadas de Relato.gt, una vez por semana, 0 spam.

¿Tienes un Relato por contar y quieres que nosotros lo hagamos por tí?

Haz click aquí
Comparte
Comparte