Una vez más se llegó la fecha, esa en la cual todos celebran por lo alto el amor y la amistad. Esas horas, en las cuales sobrepagar una docena de rosas, una caja de chocolates o un detalle hablan de cuánto se quiere.
En estos días, lograr una reservación en nuestro restaurante favorito, resulta bastante difícil. Recurrimos a listas de espera, favores de amigos y hasta pistear algún capitán de meseros para agradar y ser amados.
Hoy es el día del quien es quien en el amor. Y esa cultura de dar y demostrar amor en este espacio de tiempo “tan especial”, es para muchos un lastre que arrastramos desde la primaria.
Los niños de los colegios aprenden desde muy temprano que hoy es el mejor día para demostrar “cariño”. Paletas de chocolate, corazones recortados, trocitos de treats y rosas, se comercializan. Los grandes reciben los pedidos, los más jóvenes compran y regalan amor.
Con la edad vienen las posibilidades y los recursos. Esto deriva en un salto cuantitativo en los obsequios que se dan y esperan en el “Día de San Valentín”.
Las rosas pasan de la unidad a la docena, las paletas de chocolate se convierten en cajas y corazones de papel en osos de peluche. Has crecido y junto a ti el 14 de febrero.
Pero ¿y la familia?
Erróneamente, hemos crecido con la idea que el Día de “El Cariño”, se circunscribe a nuestros afectos románticos. Novias, novios, amantes, caseras, culitos o futuras conquistas, son el objeto de toda nuestra atención.
Para la psicóloga, Ana María Andreu, el Día del Amor y la Amistad ha dejado fuera a la familia.
“No celebramos la relación y el vínculo que tenemos con nuestros padres, hermanos o familiares cercanos”. Y esto es vender corto el día.
Debemos evitar concentrar todas nuestras energías y atención exclusivamente en el ser amado románticamente. Recordemos, que antes fuimos hermanos, hijos, tíos, sobrinos y una larga lista de relaciones que nos han construido a lo largo de la vida.
Si no has comprado tu arreglo, peluche o caja de chocolates, haz una pausa y recuerda regalar un poco de tu tiempo cada día a las personas que comparten tu vida. Celebra el Día del Cariño, pero llénalo de amor y no de objetos.
La alternativa en San Valentín
Los expertos no se oponen a la celebración de San Valentín, sin embargo, aseguran que el cariño se debe demostrar todo el tiempo y no limitarse a 24 horas. “Si amamos a una persona, sea familiar o no, lo más sano es decirlo, pues esto fortalece nuestros vínculos y nos acerca”.
Las personas mentalmente sanas y con la mayor autoestima, son aquellas que se sienten amadas, saben amar y no necesitan detonadores para demostrarlo. Una palabra, una llamada, un gesto pueden decir más de nuestro amor que toneladas de bienes materiales.
Mientras comenzamos a entender esto, como sociedad hemos hecho un pacto, cada uno desde nuestra aceptación o indiferencia, cavamos la trinchera. Y por unanimidad comercial, cómoda, miserable y materialista decidimos que el 14 de febrero es el mejor día para dar y demostrar todo.
