Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.

Cuatro veces al mes ellos aparecen. No compran atol o ropa, pero exigen una cantidad de dinero bajo amenazas de muerte. Así extorsionan a las ventas ambulantes y locales.

Doña Rosita, una vendedora ambulante, inicia sus labores a las 4 de la mañana. Prepara sus platos y envases de plástico, en el que lleva todo el alimento para vender. Una noche antes prepara los atoles, algunos panes con frijol y queso para no madrugar más.

A las 6:30 de la mañana, comienza a montar su mesa en la esquina de una calle de la zona 1. Personas que trabajan en el lugar llegan a comprarle hasta casi las 11 de la mañana.



Imagen: Gaby Rodríguez

Los martes es de temer. Una moto la encuentra en diferente punto cuando va camino a su casa a preparar la venta de la tarde; el copiloto se baja y ella automáticamente sabe qué hacer. “No hay día en el que no me asuste porque a veces debo darles de mi dinero. Durante la semana, no logro hacer ni lo que me piden, por eso trato de ahorrar lo más que pueda”, señaló doña Rosita. La cuota mensual que debe entregar es de Q200.

La inversión que realiza es de más de Q300 al mes, que es un gasto que varía dependiendo cómo se encuentre el precio del alimento y la ganancia es demasiado baja, por lo que uno de sus hijos no está estudiando. “El dinero no me alcanza para mi tercer hijo, tiene 5 años, pero con mi esposo tratamos de enseñarle lo que sabemos, igual que sus dos hermanas mayores”, manifestó.



Imagen: Gaby Rodríguez

Su esposo es jardinero y el negocio es más inestable que el de ella, algunos días hay trabajo y otros no.

Los negocios con local tampoco se salvan

Las pacas son más negocios familiares. Un local vacío es una nueva oportunidad de generar ingresos por medio de la venta de ropa usada. Son ventas que se pueden encontrar en casi todas las zonas de la ciudad, que extienden una gran variedad de prendas. Para Victoria Cárcamo y su hija Nancy, “es una bendición, ya que cuesta encontrar trabajo y esta fue una buena opción”.



Imagen: discovershareinspire.com

Un teléfono en el suelo del local hizo creer a Vicky que alguien lo había olvidado hasta que luego de unas horas sonó. Pensando que era el dueño, contestó. Solo una voz masculina le dio las instrucciones de cuánto dinero debía dar semanalmente y lo que le sucedería si no colaboraba. De Q300 a Q500 mensuales llegan a pedirle dependiendo la afluencia de gente que esté alrededor. Todas las semanas, un hombre con una lágrima tatuada en el rostro llega por su parte del negocio situado en la zona 6.



Imagen: Heidy Gómez

Según datos del Ministerio Público, en el año 2017 hubo 8,390 denuncias por extorsión, pero en lo que va del 2018, han sido 2,184. ¿Una cifra que se superará este año?

Se contactó al Ministerio de Gobernación, pero a la hora del cierre, no había compartido la información oficial que se maneja en esta institución.

El miedo los calla; son ciudadanos que se encuentran bajo amenazas si no cumplen con la extorsión. Por ello, los humildes trabajadores prefieren prevenir que lamentar.

Todas las noticias, directamente a tu correo

Recibe todas las noticias destacadas de Relato.gt, una vez por semana, 0 spam.

¿Tienes un Relato por contar y quieres que nosotros lo hagamos por tí?

Haz click aquí
Comparte
Comparte