Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.

“Las dos motocicletas nos seguían desde varios kilómetros atrás, me dio miedo y le dije a mi ayudante que se bajara y fuera corriendo a avisar por si algo nos pasara. Como pude me escondí el dinero entre mis botas, cuando ya no pude esquivarlos uno de los copilotos deslizó un celular por la ventana y me dijo que si no contestaba la llamada me atuviera a las consecuencias”.

Leonel Gómez es un hombre que lleva toda su vida dedicándose a la recolección de basura en la zona 5. Ese es el empleo que sostiene a su familia y el cual le ha permitido construir su casa propia. Además, ha adquirido otros camiones que ayudan a jóvenes a obtener una fuente de empleo. Pero, las extorsiones han sido un tema que últimamente ha rondado en su cabeza, pues una vecina tuvo que cerrar su tienda a causa de la misma situación.




Es un hombre que profesa la fe católica y siempre que sale se encomienda a Dios. Su esposa saca una pequeña venta de comida por las tardes y sus hijos son estudiantes de la universidad. Cada día es una nueva experiencia y un nuevo riesgo, él agrega que “nunca sabes qué te puedes encontrar en la basura”. Asimismo es muy querido en esa zona porque dice que siempre mantiene sus cuotas y es muy educado.

“Hemos vivido aquí toda mi vida, es una zona muy tranquila, pero ahora parece un campo minado, a cada vuelta que das hay un ladrón o un extorsionista, los proveedores ya no quieren entrar”. Esa cuadra en específico luce como una zona fantasma, ya casi no hay tiendas ni siquiera tortillerías todo por las temibles extorsiones, de hecho muchos de los locales tienen impactos de bala y varias casas están abandonadas.

“Parecía que nos habíamos librado de eso (extorsiones) pero el día nos llegó cuando venía de regreso para la casa, eran dos tipos en moto que ya nos tenían controlados”. Mientras lo cuenta sus manos comienzan a temblar. Recibió la llamada dos horas después de la entrega del celular, en el cual le especificaron el lugar de entrega y la cantidad a pagar: Q10 mil por camión de basura, más un “bono de bienvenida” de Q5 mil por unidad, que debía ser entregado en 48 horas, de lo contrario iban a empezar a “cobrárselas”.




Lo primero que hizo fue avisarle a sus trabajadores para que se pusieran las pilas y guardaran todo, que ya no siguieran recolectando basura y se regresaran lo más pronto posible. Lo inundó la frustración porque no tenía el dinero que los extorsionistas le habían solicitado y le pidió a su esposa que se escondieran, que se fueran a la casa de su suegra sin llevarse nada.

La fecha pasó y Leonel solo pudo juntar Q10 mil, menos de la cantidad requerida por los extorsionistas, pero estos cumplieron su amenaza y llegaron a balear uno de sus camiones. También colocaron una carita feliz a los que ya habían cumplido con su cuota en señal de que “estaban al día”. Las cosas empeoraron, ya que retiró dos de sus camiones, lo que además implicó despedir a varios de sus trabajadores.

Él cuenta que cuando tomó esa decisión de retirar los camiones, los “muchachos” le subieron la cuota para que “no se pasara de listo” y le advirtieron que empezarían con su familia si no cumplía con las cuotas, porque ellos no estaban jugando.

Leonel se vio obligado a subirle Q5 a la cuota a sus clientes porque no le alcanzaba para cumplir con la extorsión ni para sostener su casa. Uno de los ataques más dolorosos fue cuando su esposa salió a vender y la atacaron afuera de su casa, porque el pago se había atrasado unos días, ella no pudo continuar con la venta.




La historia concluyó con la muerte de uno de sus empleados al que atacaron, a pesar de haber pagado sus cuotas, el chico no tenía a nadie quien cuidara por él. Retiró todos sus camiones de basura y tuvieron que irse del lugar, cuenta que como “bono de despedida” los extorsionistas le pidieron Q10 mil, los que aún no ha terminado de pagar. Todos sus sueños, su futuro y lo que había construido quedó en el olvido.

Su esposa cuenta entre lágrimas y tristeza que la están pasando mal y que por completar el dinero y que no los molesten más no tienen para comer, que se mantienen a caldo de hierbas y frijoles, porque no les alcanza para más. Mandaron a sus hijos con su abuela y ellos solo esperan que esta pesadilla termine.

Todas las noticias, directamente a tu correo

Recibe todas las noticias destacadas de Relato.gt, una vez por semana, 0 spam.

¿Tienes un Relato por contar y quieres que nosotros lo hagamos por tí?

Haz click aquí
Comparte
Comparte