Esta mañana, luego de tener orden de captura vigente, se entregó el último de los eferregistas y excandidato presidencial del PRI. Esposado y ante una jueza, custodiado por la policía, así concluye la historia de quien pasó de mecánico a diputado y luego a candidato presidencial.
Atrás quedaron los días de gloria cuando gozaba de las mieles del poder. Su carrera política lo llevó a convertirse en una pujante estrella, tanto así, que el FRG lo escogió para convertirse en uno de sus diputados, pero las malas decisiones podrían cambiarle hoy el mote del “Mecánico” por el del “presunto asaltante del Ministerio de Salud”.
El pasado 16 de julio, el Ministerio Público (MP) y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) dieron a conocer el caso: asalto al Ministerio de Salud Pública, donde una red se dedicó a saquear más de Q131 millones de los fondos de la institución, por medio de contrataciones y pagos de honorarios a personas que no asistieron a trabajar y la supuesta construcción de infraestructura hospitalaria que nunca se concretó.
En un país donde la cobertura de salud es deficiente y en el interior apenas hay un médico por cada 11,489 habitantes, casos como el de los asaltantes de la salud incrementan el riesgo de un sistema ya debilitado e inoperante. Según la CICIG y el MP, Luis Fernando Pérez integró la estructura dedicada al saqueo de fondos públicos. A decir de los entes investigadores, Pérez fue el cabecilla de la estructura criminal que asignaba obras a cambio de beneficios económicos. Asimismo, se valió de su cargo como diputado para manipular la selección de empresas que harían construcciones para el Ministerio de Salud, a cambio de una jugosa comisión.
Junto a Pérez, otros 19 exfuncionarios han sido consignados por orden de la jueza Erika Aifán, donde el funcionario con mayor rango fue Jorge Villavicencio, exministro de Salud, quien desde su cargo facilito la corrupción donde presuntamente participaron Pérez y la hija del exministro.
Hoy, Pérez y los 19 sindicados por malversación de fondos públicos enfrentan cargos por lavado de dinero, cohecho activo, asociación ilícita, fraude y tráfico de influencias. Podrían purgar penas en la cárcel de hasta 20 años, de ser encontrados culpables.
De mecánico a político
De ser un perfecto desconocido, dueño de un taller mecánico, pasó a convertirse en el hazme reír de la clase política de Guatemala. Con el mote del “Mecánico”, Luis Fernando Pérez llegó al Congreso de la República durante el gobierno del FRG, de la mano del general Efraín Ríos Montt. Su falta de experiencia política y conocimientos en materia legislativa hicieron que sus compañeros, tanto de bancada como del hemiciclo, se aprovecharan de su paso por el Legislativo para ponerle trampas a diestra y siniestra; pero con el tiempo, detrás de las enseñanzas de Zury Ríos, Pérez se convirtió en el jefe de bloque del FRG.
Ahora, la suerte de Pérez depende de la decisión de una jueza, quien ya está escuchando los cargos que se les imputan a los señalados de asaltar la salud pública y beneficiarse de sus cargos.