Lesly se agarró la cabeza y en siete segundos un sicario acabó con su vida
Lesly Gabriel no llegó a cumplir sus 33 años de edad, ni tampoco sus deseos de llegar a ser magistrada. Un sicario le impidió seguir viviendo.
Sin aún determinar por qué alguien ordenó quitarle la vida.
Sus familiares no conciben no volver a ver su sonrisa cada mañana cuando salía diciendo adiós rumbo a la escuelita en donde impartía clases a niños de párvulos.
En San Pedro Carchá no entienden cómo un hombre con el rostro destapado y a sangre fría descargó sobre su espalda todos los tiros que pudo, si ella era una mujer siempre positiva, muy querida en el lugar.
Incluso, la consideraban una mujer con mucha solidaridad para los demás, que le gustaba organizar las teletones para ayudar a la comunidad en donde vivió toda su vida.
Hija de un hombre dedicado a la reparación de aparatos eléctricos y de una mujer que se graduó de maestra, Lesly había participado por primera vez en la política, en las elecciones recién pasadas de junio.
Su aspiración era ser síndico uno en la municipalidad.
No quedó electa, aún así no se desanimó y el día que esos disparos se llevaron su sonrisa, estaba en una reunión convocada por el también candidato a diputado, Sebastián Cucul, a quien otro sicario le descargó 14 tiros sobre su humanidad.
Lesly era la mayor de sus hermanos, quien se esforzó por graduarse de abogada en la Universidad Mariano Gálvez y aunque no ejercía actualmente quería destacar en esa profesión.
Era nuestro sostén en los momentos duros, dijo su hermano en la misa de cuerpo presente.
Hoy, Lesly ya no está, lamenta su prima Trinidad, quien compartió con ella en la campaña política y juntas recorrieron gran parte del territorio de Alta Verapaz.
Era la seño para algunos, la licenciada para otros, pero Lesly era muy querida en la comunidad de Carchá.
Un ejemplo de hija, de maestra, de prima, para quienes la conocieron. En el comité Teletón y juventud Teletón de Carchá, ella era la líder.
