La tergiversación de una ley casi arruina la vida de un hombre imagen

En una sociedad que en ocasiones tergiversa la Ley de Femicidio, resuenan casos en los que varios hombres han sido arrestados sin ser culpables. Esta es la historia de Bryan, conócela.

Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.

Hasta que la muerte los separe

En 2014, Bryan vivía con su pequeña hija de seis meses, que había sido concebida con su novia, con quien planeaba casarse en diciembre de ese mismo año. Ella trabajaba junto a Blanca (nombre ficticio), su mejor amiga, en el Registro Nacional de las Personas (RENAP) y estudiaba derecho en la Universidad Mariano Gálvez.

En una de tantas conversaciones, Blanca le comentó a su amiga que solicitaría un préstamo en el banco de aproximadamente Q50 mil y le preguntó si podría contar con ella para que fuera la fiadora. La novia de Bryan aceptó.

“Yo no estaba de acuerdo con ese préstamo porque cuando hay dinero en medio de una amistad, esta se acaba”, comenta Bryan.

Contrastes

Al poco tiempo, despidieron a la amiga, quien dejó a un lado su compromiso de pago y responsabilizando por completo de la deuda a la novia de Bryan. Ella, le insistía a Blanca para que respondiera por el préstamo, pero se desatendió, obligando a su “mejor amiga” a pagarlo mensualmente y generándole problemas económicos.

Un jueves de marzo, la prometida de Bryan salió con Blanca para hablar de todo lo ocurrido y prometió regresar esa noche. Pero, la espera se alargó. “Cuando me di cuenta que no regresaba a la casa la llamé y no respondía. Las horas pasaron y seguía esperándola, pero nunca llegó”.

Bryan se impacientaba por la ausencia de su novia, hasta que el viernes a las diez y media de la noche recibió una llamada de Blanca, quien le contó que su prometida estaba internada en el Hospital San Juan de Dios, debido a que se encontraba “mala del estómago”.

El joven corrió a la casa de su suegra para dejar a su hija y que fuera cuidada por ella, mientras visitaba a su novia. A pesar de que buscó la manera más rápida de estar a su lado y apoyarla para que pudiera mejorar, su tiempo acabó rápidamente.

El sábado, la novia de Bryan falleció, aunque el motivo de su muerte no había tenido nada que ver con su estómago. La joven había presentado un gran golpe en el hígado que causó que el órgano colapsara y terminara con su vida.

“Después de lo sucedido la familia de mi novia no me creyó y me quitó a mi hija, no querían devolvérmela. Pasé shockeado durante 15 días hasta que les hablé para saber cómo estaba, pero no me dejaron verla”, explica Bryan.

Bryan comenta que días después de insistir para ver a su hija, miró en Facebook una fotografía de su cuñada con la niña en sus brazos, en su publicación enfatizaba las palabras: “Es mi hija”. Inmediatamente, el padre buscó poner una denuncia en su contra, pero le fue imposible.

“El problema es que no había inscrito a mi hija en el RENAP, entonces no podía denunciar. Afortunadamente, tenía una prueba de ADN que demostraba que yo era el padre”, afirma.

La citación de la denuncia llegó a las manos de la suegra y cuñada de Bryan, quienes acudieron en ese mismo momento al Ministerio Público (MP) a declarar que él había sido el responsable de la muerte de la joven y que había fallecido a causa de agresión física.

La orden de captura tardó, pero llegó en 2016.

Cuatro fiscales revisaron el caso de Bryan, lamentablemente, la cuarta fiscal tuvo mucho que ver, según Bryan, en la tergiversación de su caso.

Un fiscal se me acercó para decirme: “Lo lamento, pero hay personas allá arriba que trabajan en el Ministerio Público, que son conocidos de la familia de su novia”.

Bryan pensó que tenía que estar tranquilo porque él sabía que no había hecho nada. Sin embargo, la fiscal que se hizo cargo de su caso presentó 4 hojas de un expediente que tenía 400 para comprobar su inocencia, siendo esta la acción ilegal perfecta para que pudieran capturarlo.

“La orden de captura debió haber sido girada con base en el expediente completo y no en un 1 por ciento de su totalidad”, afirma Bryan.

Bryan fue trasladado a la cárcel conocida como Anexo B, lugar ubicado en Preventivo de Hombres de la zona 18 de la ciudad capital. Los familiares del acusado buscaron por todos los medios, una pronta solución; sin embargo, para tener una audiencia que aclare lo ocurrido conlleva mucho tiempo.

El giro

A los dos años de que Bryan estuviera en prisión, lograron que en la audiencia se pudiera resolver el caso.

“Después de 12 debates, en los que todos los familiares de mi novia se pusieron de acuerdo para declarar en contra mía, los encargados de la investigación determinaron que los golpes que ella presentaba no coincidían con las declaraciones dadas antes, y que el hígado dañado no tenía más de 6 horas de haber sido lastimado, al momento de llegar al hospital. Claramente, la última persona que estuvo con ella fue quien la atacó, es decir, su amiga”, cuenta Bryan.

No siendo suficiente, la madre de la víctima se contradijo al momento de presentarse en el IGSS para solicitar la pensión de sobrevivencia de su hija. Declaró que ella había muerto por causa de un accidente cuando días atrás había dicho en el MP que Bryan la había matado.

“Todos salían ganando; Blanca por tener el dinero del préstamo y deshacerse de la responsabilidad de pago, mi cuñada por tener una hija, que tanto quería (a pesar de que no fuera de ella) y mi suegra, por tener el seguro. Todos, excepto yo”

Después de todo este proceso que conllevó años, Bryan fue liberado al no tener ninguna prueba en su contra. No solo rescató su libertad, sino también a su hija. 

En los últimos años han ingresado al Organismo Judicial 3 mil 630 nuevos procesos por violencia contra la mujer, asimismo el Ministerio Público recibió 57 mil 567 denuncias por ese delito. El 10 por ciento de los señalados por agresión recuperan su libertad debido a la falta de pruebas para acreditar los hechos, un 30 por ciento continúa en libertad condicional y el 60 por ciento de agresores son enviados a prisión preventiva. Bryan fue uno de ellos, pero con el tiempo se ha recuperado de las secuelas.

“Yo salí en agosto de 2018 y, a partir de ese día, la familia de mi novia ya no me ha vuelto a buscar. Me quedé sin trabajo y con mis estudios afectados, pero tengo lo más importante, mi hija y libertad”, concluye.

Fuente: Bryan Soto, OJ y MP

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