Este 14 de enero cambió la vida de por lo menos 50 personas, quienes pasaron de ser solo ciudadanos a ocupar una curul en el Palacio Legislativo. Entre risas, abrazos y emociones llegaban uno a uno los nuevos legisladores para poder asumir el escaño que ganaron en las elecciones generales de 2019.
Unos no dudaron en presumir sus carros de las marcas más caras o gastar para lucir el atuendo que les garantizara un look acorde a la situación, pues querían estar de lo mejor en la sesión plenaria programada para las 10:00 de la mañana.
La sesión de transición debía comenzar puntual, pero lo hizo con 15 minutos de atraso haciendo honor a la mal llamada “hora chapina”.
Álvaro Arzú, para ese entonces aún presidente del Congreso, comenzó la sesión plenaria invocando el nombre de Dios. Los diputados continuaban llegando, algunos para seguir en el cargo y otros, con las caras más tristes, para despedirse de la curul en la que habían trabajado durante cuatro años.
Sin embargo, las complicaciones comenzaron cuando la Junta Directiva del Congreso llamó a los jefes de bloque para una reunión urgente, pues a algunos de los legisladores que asumirían se les olvidó que tenían que llevar su constancia de finiquito y sin ese documento no podrían asumir el cargo. En total fueron 19 los causantes del atraso de más de hora y media en la sesión plenaria, pues la Directiva tuvo que esperar a que ellos mostraran el documento que tuvieron tres meses para entregar.
Sin embargo, no solo ese fue el motivo del atraso se decía en los pasillos del Legislativo; se rumoraba que estaban a la espera de Herbert Melgar Padilla, uno de los hombres más cercanos al expresidente Jimmy Morales. Melgar asistió a la juramentación, pero ingresó en silla de ruedas, pues su salud ha estado delicada. De empeorar y tener que renunciar al Congreso, su sustituto sería Manuel Giordano.
Mientras se esperaba con ansias la juramentación de los nuevos legisladores, los asistentes, diplomáticos e invitados especiales aprovecharon para ver sus celulares, ir al baño, pedir agua y platicar entre ellos, pues no se podían retirar antes de la juramentación. Al reanudar la sesión plenaria, se procedió a dar posesión a los nuevos diputados.
Pero, ahí no terminó todo. Entre gritos y señalamientos se realizó la selección de la nueva Junta Directiva. Algunos diputados rumoraban que incluso, durante la mañana, se había negociado la presidencia y que a cada diputado que votó se le daría dinero en efectivo. Allan Rodríguez fue electo junto a otros ocho legisladores de diferentes bancadas, derrotando a Orlando Blanco, quien no logró los votos necesarios. Algunas de las caras de los diputados opositores a la planilla ganadora eran de molestia y enojo.
La sorpresa de la tarde fue el apoyo de cinco diputados electos por la UNE para la planilla de Rodríguez. Ante esta situación, por medio de redes sociales el partido señaló que expulsaría de sus filas a quienes los traicionaron en la votación, mientras en el hemiciclo el diputado Mario Taracena, como es su costumbre, los acusó a gritos de ser unos “vendidos y traicioneros” por no apoyar a la planilla de su propio partido.
Para eso, la sesión plenaria ya se había extendido hasta la hora en que se debería llevar a cabo la toma de posesión en el Centro Cultural Miguel Ángel Asturias. Pero en el Congreso el protocolo no se había concluido, pues faltaba el informe de gobierno del entonces presidente Jimmy Morales.
Y como si no hubiera podido hacerlo antes de asumir el cargo como legislador, Josué Edmundo Lemus Mejía pidió permiso para ausentarse del Congreso por tiempo indefinido, para fungir como Ministro de Comunicaciones. Ante la autorización que se le dio, se pasó a juramentar a su suplente, Sergio Chapas Rivera, quien “casualmente” se encontraba en el lugar.
En este punto, ya se llevaban casi tres horas de retraso para la ceremonia de traspaso de mando. Jimmy Morales dio su discurso de gestión en su último informe de gobierno y sabiendo que el tiempo ya estaba en contra, se tomó casi dos horas para resaltar sus “avances” en salud, seguridad, educación e infraestructura. No obstante, mientras se desarrollaba el discurso, la bancada de la UNE se salió del hemiciclo, mientras algunos diputados, invitados especiales y diplomáticos no quitaban los ojos de sus celulares, y otros charlaban sin ponerle atención.
