El policía y el juez que se rehusó a ser registrado
Febrero de 2019. La hora 8:20. Dos patrullas detuvieron un vehículo en el kilómetro 20 de Ciudad Quetzal.
En el carro iban un juez, tres guardaespaldas y su familia.
El carro se detuvo y el inspector José Lindo Cuxaj, le solicitó sus papeles de identificación.
El juez se opuso, le dijo que él es una alta autoridad, el inspector insistió y este se molestó.
Al final, el juez Pablo Xitumul le mostró su credencial.
El inspector le pidió que descendieran del vehículo para registrarlo, él se opuso y dijo que no podía obligarlos a bajar, cuando hay tres menores en el auto.
Insistir le costó muy caro al inspector José Lindo Cuxaj.
El juez iba con tres agentes de seguridad fuertemente armados y su familia
Eran dos unidades en donde suelen viajar cuatro agentes en cada una.
El inspector debidamente identificado con su uniforme grabó las placas del vehículo en el que iba el juez, para documentar cualquier malentendido que ocurriera después.
Mientras tanto, las mujeres que viajaban con el juez, ya se habían bajado del automóvil y en el audio de la grabación se escucha que expresaron: “Déjalo, él solito se va a meter en problemas” y acusan al inspector de estar en un estado etílico o de drogadicción.
En el audio, mientras tanto, el inspector narró que los tripulantes intentaban tapar las placas del auto.
Entre el juez y el inspector no se logró un acuerdo, ya que en aquel momento, mientras uno imponía su autoridad como juez, el otro le indicaba que era agente de la PNC y tenía que cumplir con la ley de supervisar el vehículo, porque si se oponía debía conducirlo.
El inspector le indicó al juez que se llevaría el picop, a lo que el jurista le respondió que no se iba a llevar nada. En la grabación apenas se logró observar el forcejeo y el agente le pidió al juez que lo respetara al ser agredido.
El juez le contestó: “Usted respéteme a mi cerote”, todo quedó documentado de esa forma.
El inspector José Lindo expresó a la Junta Disciplinaria Judicial, que el juez le indicó que él tenía influencia para evitar que se le revisara el automóvil y no podía obligar a tres menores a descender del mismo. Días después de analizar la queja, la Junta Disciplinaria no le dio validez al testimonio del agente.
Dos días después del hecho, el juez denunció al inspector por abuso de autoridad y atentado, y adujo que lo tomó por el cuello.
Sin embargo, ante tal hecho, los agentes de seguridad del juez habrían protegido la humanidad del jurista al responder, pero el juez no mencionó nada al respecto.
Las patrullas ante el infortunio procedieron a retirarse para evitar más conflictos.
Comentarios en las redes sociales señalan que el juez Xitumul es un funcionario que se ha visto envuelto en situaciones que riñen contra la ley, de abuso de poder. Lo incriminan de ser cómplice de grupos que trabajan al margen de la ley.
Pero, quienes lo defienden consideran que sufre persecución ya que él ha tenido casos de alto impacto como la condena contra la exvicepresidenta Roxana Baldetti, por el caso del agua mágica y el de Ríos Montt por genocidio.
Siete meses después, el inspector sigue ligado a un proceso penal del cual ni el Ministerio Público, ni la oficina de Responsabilidad Policial de la PNC han querido hablar.
La carrera del inspector, sin embargo, no tiene una sola hoja de faltas, su recorrido profesional por la PNC ha sido intachable; incluso sus colegas, que pidieron el anonimato, lo respetan y dicen que es un ejemplo a seguir.
Hoy está trabajando relegado a una subestación, con medida sustitutiva y una investigación que no avanza, ya que el proceso se vuelve cada vez más engorroso en los tribunales y todo por haber detenido el vehículo de un aplicador de la justicia.