“Dolly, mi perrita amaneció con espuma en la boca, la envenenaron” imagen

El caso de David es uno de muchos que viven vecinos de muchas colonias ya que existen personas que, con malas intenciones, quieren desaparecer mascotas ajenas envenenándolas.

Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.

David, es un chico de 25 años que en el 2020 se mudó a una casa ubicada en Kaminal Juyú, donde sus acompañantes eran su prometida y “Dolly” su perrita, que el mismo la llamaban “Perrija”.

“Antes de la pandemia, me salió una oportunidad de trabajo y me mudé a mi nueva casa, comencé una nueva vida junto a mi prometida y mi perrita, todo estaba perfecto” cuenta David.

Cuando llegó el COVID-19, empezó la rutina del home office, pasando tiempo total en su casa, aunque no tenía problema con eso, estaba todo el tiempo junto a su prometida y David siempre ha sido amante de las mascotas, adopto a “Dolly” hace unos años, siendo su compañera desde entonces.

Empezó una ola de envenenamiento en el vecindario

David cuenta que empezó a oír comentarios de sus vecinos comentando que estaban envenenando a perros y gatos del lugar, que debían tener cuidado por ellos.

“Dolly nunca se salía de mi casa, así que no me preocupe mucho por eso” comenta.

Gatos, perros, incluso conejos resultaron intoxicados con comida envenenada, algunos eran animales callejeros, a ellos los encontraban en la calle con espuma en la boca. Otros que eran mascotas de casa, a ellos los encontraban dentro de ellas, unos sobrevivían y otros no tuvieron esa suerte, entre ellos “Dolly”.

“Un día salí de mi casa junto a mi prometida al supermercado y hacer unos mandados, Dolly se quedó como de costumbre. Al llegar a mi casa más tarde vimos un platillo de duroport cerca del portón dentro de mi casa, estaba un poco sucio de salsa, lo recogí y lo tiré al basurero, Dolly salió a recibirnos como lo hacía, no encontramos nada raro en su comportamiento” cuenta David.

Más noche, David cuenta que vio a Dolly salirse de su cuarto a tomar agua, él volvió a dormir. A la mañana siguiente, encontró una escena que aún tiene en su mente, Dolly estaba tirada en su jardín fallecida.

“Fue horrible, su cuerpo estaba tieso, su boca tenía un tipo de saliva o espuma, al llamar al veterinario, le contamos lo que sucedió, llegó a examinarlo y nos dio la noticia que Dolly había sido envenenada, no podía creerlo.” Cuenta David.

El veterinario preguntó si Dolly había comido algo raro en los últimos días, David y su prometida le comentaron que no, pero que encontraron un plato un día anterior con salsa, cosa que no dejaron ellos ya que ellos no utilizaban eso. Al hablar con otros vecinos comentándoles lo sucedido, ellos les comentan que muchos casos que supieron del envenenamiento hacia las mascotas del vecindario, fueron exactamente con un tipo de salsa y platos de duroport. ¡Ya era en general, una forma de operar de estas personas!

“No podemos creer que haya personas así, Dolly era mi compañera y ni ella, ni ningún animal se merece que le hagan esto, parece incluso que lo hacen por diversión” comenta David.

12 salarios mínimos de multa

Esta es la multa que es puesta al sorprender a personas envenenando animales, más de Q30 mil según el artículo 5 literal C y artículo 66 de la Ley de Protección y Bienestar Animal. Decreto NO. 5-2017 del Congreso de la República de Guatemala.  Si tú sabes o conoces algún vecino que realice estos actos, denúncialo con pruebas en mano.

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