Parece estar acostumbrada a su estilo de vida, conoce de memoria sus horarios y los lugares a los que tiene que ir. A las 5 de la mañana no la despierta una alarma, tampoco su mamá o alguno de sus hermanos, sino el sonido de las gallinas que tiene en el patio de su casa. No se viste con sus zapatos escolares, mucho menos con un uniforme; en la mesa no hay una lonchera ni una mochila, sino un baño lleno de maíz; no se encamina a la escuela, sino al molino para preparar la masa.
María Utz tiene 10 años, su sueño es ser maestra o veterinaria porque le gustan los animales. Por ahora, esas metas permanecen en su mente porque tiene como prioridad ayudar a su mamá con los quehaceres del hogar.
Ella es un número más que figura entre los tres millones y medio que están afuera de la cobertura educativa, según datos del Proyecto de Desarrollo Santiago (Prodessa).
Diferentes factores contribuyen a que no haya mayor cobertura educativa. El 2009 fue uno de los años donde se logró una mayor cobertura educacional, ya que se inscribieron seis de cada diez niños, pero en 2012 las cifras decayeron a cuatro de cada diez menores inscritos solo en primaria.
Para ciclos superiores como el diversificado los números son aún más bajos, ya que por cada diez jóvenes solo dos se inscribían.
Según Federico Rocales, miembro del Consejo Nacional de Educación y de Prodessa, entre los factores que influyen en los bajos alcances en cobertura educativa se encuentra:
- La cantidad de alumnos en relación con los centros educativos y maestros no es equitativa.
- Los escasos recursos económicos de los padres.
- Las decisiones en políticas públicas, como la distribución de los recursos financieros. “La mayoría del presupuesto del Mineduc se destina al pago de sueldos y salarios, así como a responder los compromisos del pacto colectivo”, expresa.
Ante esta situación, la población indígena es la más afectada. Por ejemplo en departamentos como Totonicapán y Quiché, solo dos de cada diez jóvenes se inscriben en diversificado.
Relación de personas con estudio y grado de desnutrición
| Grado de estudio | Desnutrición crónica |
| Sin estudios | 69.3% |
| Primaria | 50.3% |
| Secundaria | 21.2% |
| Diversificado | 14.1% |
¿Qué efectos produce la poca cobertura educativa?
De acuerdo con datos presentados por el Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), la pobreza fue la causa que obligó al 67 por ciento de los niños y adolescentes a no inscribirse en la escuela. En 2016, 69,177 menores abandonaron los estudios.
El Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, en 2017 registró 90,899 embarazos en niñas y adolescentes de entre 10 y 19 años.
2,619 menores de edad fueron repatriados durante 2017 y 4,745 menores no acompañados habrían sido detenidas por autoridades estadounidenses. De estos, 6 de cada 10 son de ascendencia maya, según el Observatorio de los Derechos de la Niñez.
Nayeli López es maestra de Quiché, conoce a la pequeña María Utz y espera que pueda lograr sus sueños. “Siempre le hablo a la mamá para que la pueda meter a estudiar. Es difícil, porque la señora tampoco fue a la escuela y para ellos es más importante conseguir de comer que estudiar”, indica.