Look Magazine: error, enmienda y una portada que dividió imagen

Look Magazine, la historia de una portada racista y una acertada reacción. ¿Arrepentimiento o simple manejo de Relaciones Públicas? ¿Qué piensa usted?

Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.

En la era de las redes sociales las empresas y sobre todo los medios de comunicación deben aprender a dar pasos firmes, cualquier tambaleo por insignificante que parezca puede convertirse en una amenaza, en un conato de crisis que puede traducirse en pérdidas económicas e incluso en un peligro para la operación de determinado modelo de negocio.

Look Magazine, una revista de moda exitosa, con mucha calidad en sus impresiones y con buena fotografía a nivel técnico, incurrió en un error. Una equivocación, que prefiero pensar que fue involuntaria.

En su edición de Julio Look Magazine había planificado una portada que generó mucha controversia. La imagen de una mujer blanca, delgada, la de una diseñadora de modas que utiliza tejidos indígenas, se presentaba elegante e imponente.

Hasta ahí todo bien, salvo que atrás de ella en un segundo, casi tercer plano, un grupo de mujeres indígenas con sus hijos parecen venderle algo a la diseñadora, que bien podría confundirse con una modelo europea.




En definitiva el autor de la fotografía y el editor que la seleccionó para la portada de esa revista, no contemplaron las implicaciones semiológicas de la imagen. Para muchos cibernautas la captura era ofensiva y hasta racista, interpretación que no era para nada descabellada si se toma en cuenta  las características de la imagen y el contexto en el que se presenta: una modelo alta y delgada que se luce en primer plano y mujeres indigenas bajitas y morenas que son usadas como relleno. 

En redes sociales las reacciones no se hicieron esperar y los ataques y descalificaciones para Look Magazine cayeron como chubasco de invierno. Por supuesto que hubo un grupo de cibernautas que no se inmutó con la imagen, le restó importancia a la misma y no fue capaz de darle una doble lectura.

En un grupo de Whatsapp que comparto con periodistas la crítica se hizo presente y una de las integrantes dijo que los autores mantendrían la portada, porque ni siquiera habían sido capaces de ver su equivocación.

Por fortuna, sobre todo para Look Magazine, la emisora de ese mensaje se equivocó, la revista en mención salió a dar la cara y ofreció una disculpa por la portada e incluso la cambió.

“El grupo editor de Look Magazine, lamenta el malentendido y siente profundamente si alguien, en especial cualquier mujer se vio afectada y desfavorecida con la imagen que mostramos en la edición de este mes… Como cualquier medio de comunicación continuamos en proceso de aprendizaje, abierto a la crítica constructiva…”, se lee en un comunicado publicado en las redes sociales de la revista.




Desde la perspectiva de manejo de marca y de reacción ante una potencial crisis, la respuesta de Look Magazine, me pareció acertada. Una respuesta de reconocimiento y enmienda al punto de cambiar la portada.  Aunque para muchos quedará la espina si es una reacción  de verdadero  arrepentimiento o solo una medida desesperada para borrar la proyección racista de ese medio de comunicación.

La respuesta no la tengo. Lo cierto es que  desde la óptica del manejo de imagen, la reacción de la revista toma kilómetros de distancia si la comparamos, por ejemplo, con la respuesta absurda, cobarde y tardía de Arkadia Mall ante la última crisis (conocida por todos, pero que no es objeto de esta columna).

Me parece que en definitiva Look Magazine, se anticipó a una crisis que pudo traerles graves consecuencias. Las motivaciones esta vez las dejaré a su interpretación.

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