Los inquilinos de la fosa común (y más allá) imagen

Las fechas nos traen Halloween, fiambre y visitas al cementerio. Más allá de pensar en brujas, ritos de magia o espantos, trabajar en un camposanto es lo más alejado que se puede de lo sobrenatural.

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Las fechas nos traen Halloween, fiambre y visitas al cementerio. Más allá de pensar en brujas, ritos de magia o espantos, trabajar en un camposanto es lo más alejado que se puede de lo sobrenatural, así sea el Cementerio General de Guatemala. Principalmente en el caso de los albañiles, quienes entierran y exhuman los cadáveres. Al final, solo ven despojos de lo que en algún momento de la vida fueron personas, nada más. Así lo ejemplifica Elder Colindres, quien tras 19 años de trabajar en la necrópolis comparte un Relato más real que misterioso de su labor.



Vista del Extremo sur del Cementerio General de Guatemala.

“Pues trabajar en un cementerio es como cualquier otro trabajo, al final te sentís normal. En un principio pues es distinto, porque no estás acostumbrado a ver huesos ni nada de eso… pero conforme el tiempo pasa te adaptás al trabajo.

Se dicen muchas cosas de lo que pasa acá adentro, pero yo no he visto que asalten gente. Es decir, se oyen casos, pero yo no lo he visto, que a uno le conste pues no. Tampoco eso de profanar tumbas, yo no he visto, no puedo decir, te mentiría.

A nosotros nos asignan el trabajo. Viene administración y nos dicta el proceso y lo hacemos. Nos dicen, ‘tienen que sacar este muerto [del nicho público] porque la familia no pagó’ y entonces toca depositarlo en una fosa común. Se entierra gente y se desentierra, lo normal. Y yo no he visto nada. Póngase, a veces toca exhumar los restos y pasarlos a un osario, o si no, para que la familia se lo lleve a un cementerio distinto.



Pese a lo que se creería, no hay demasiadas pintas en el cementerio. Fotos: Gabriel Arana Fuentes

Normalmente hay de 15 a 18 entierros diarios, pero a veces son tres. Ahora, exhumaciones no suceden todos los días, pero por lo general son los lunes y viernes. Vienen los familiares a pasarlos a osarios, a veces son 8 o 10; otras solo 2, es muy diverso. Pero las exhumaciones de oficio, que les llamamos nosotros, cuando se saca a los que están vencidos de pago, de esos son entre 35 o 50 diarios, como decirte, que no pagaron la renta… afuera.

Eso no ocurre con los mausoleos porque son propiedades privadas, en esos no sucede, ahí son de por vida. A veces dan ganas de decirle a la gente que hay muchos descuidos de las familias que tienen su propiedad y nada hacen. Hay propiedades muy bonitas pero son un desastre, en ese sentido la prensa viene a hacer notas y a veces exagera, [ojalá] hicieran un llamado a los familiares para que se preocupen en cuidar sus mausoleos.




Los restos que sacamos van a dar a una fosa común. En el cementerio hay 5 y es un pozo ciego, con un diámetro de 4 o 3 metros, no sé cuánto tiempo tienen, pero al menos sí los 19 años que tengo de estar aquí. La profundidad sí a saber, y tampoco cuántos restos hay.

Antes se echaban los huesos sueltos, se exhumaba un cuerpo que ya estaba vencido de pago, se llevaba en un costal y ya se exhumaban y se abría el costal y caía todo en el foso. Pero ahora ya no. Hay otro proceso, los que están vencidos, los echamos en una bolsa de nylon y ahí lleva con marcador permanente el número de nicho, el nombre del difunto y así se van depositando en la fosa, bolsa por bolsa.

Cuando pasan los 6 años y la familia ya no vino a renovar, aunque igual, administración manda telegramas a los familiares, a las direcciones que aparecen en los registros del cementerio, les dan dos o tres meses para que vengan, si no hay respuestas ya se exhuman de oficio y a la fosa.

Las exhumaciones no huelen, no se siente un mal olor. Hay veces que los difuntos están en caja de metal o en bolsa de nylon, entonces cambia. Porque ahí los cuerpos están enteros. Lo que se hace es que si es nylon se rasga y si es metal se perfora la caja con una barreta para que los líquidos fluyan y se deja otros 4 años. Mientras, la familia puede venir a renovar, pasado ese tiempo se vuelve a exhumar de oficio y los cuerpos ya salen secos, ya solo salen los huesitos.



Los nichos están vacíos por falta de pago.

Las personas que están enterradas en cajas de metal, o en bolsa, son cuerpos que han pasado un tiempo en la morgue. Póngase, son casos de muerte de violencia o por accidente y la familia los anda buscando y no los ha hallado y tardan en encontrarlos, cuando los encuentran ya los tienen en bolsas, y lo lógico es que lo metan en una caja de metal para que los olores no salgan a la hora de sepultarlos.

A como está la delincuencia ahora, al hacer una exhumación salen bastantes así. La verdad no sabría decirle en cuántas exhumaciones y entierros he participado.

Con el tiempo esto se convierte en algo habitual, uno lo agarra como un trabajo normal, por la necesidad te acoplás, lo sentís normal, cuando lo hacemos platicamos, bromeamos, lo normal.




En veces encontramos muñecas, peluches, gorras, camisolas que llevan los difuntos, y hay muchas que igual le meten toda la ropa y unos que nada traen. Eso se exhuma. Todo eso se se va con el ripio y hay áreas en donde se deposita. A la fosa solo llegan los restos, la ropa que lleva puesta muchas veces se va con el difunto.

También encontramos biblias a veces, pero igual, cuando las tocás ya es como polvo porque están podridas y están húmedas. No tiene ningún mal olor, o yo no lo he sentido, como te acostumbrás. Pero tal vez por el trabajo uno ya no lo siente y como dios sabe que es con buen plan que uno hace su trabajo, no pasa nada, uno no se enferma, de aquí de nadie se ha escuchado que se diga se murió por una enfermedad por un muerto. No, gracias a dios, no.

En total somos turnos de 15 albañiles, pero por las vacaciones se quedan 10 u 11. Siempre hay alguien a quien enterrar y sacar de lunes a domingo, como es un área de sanidad publica no se puede descuidar…



Área del derrumbe en el Cementerio General de Guatemala.

Del área que se derrumbó, los cadáveres se fueron al fondo del barranco y lo que hay abajo es un pantano. Entonces lo que se derrumbó, se hundió. Los que se rescataron, administración les dio nichos públicos en las galeras para que los pasaran a esas áreas.

La verdad yo solo le puedo decir de lo que veo, mucha gente le puede dar entrevistas y le dan un montón de casaca y cosas que ni existen, de los fantasmas y eso. Como te digo, nosotros nunca hemos visto nada así.



Los mausoleos son propiedades privadas y su mantenimiento corre a cargo de los familiares de los difuntos.

Hay mucha gente que exagera las cosas y eso nos perjudica, dicen que el cementerio y cosas, pero la realidad de la vida, los que pasamos acá sabemos que exageran. Lo hacen con tal de dar noticia a la prensa, sin ofenderle, pero la prensa exagera las cosas. Por eso no nos gusta dar entrevistas ni nada, porque después nos llaman la atención a nosotros.

En fin, pasamos más tiempo aquí que en la casa. Venimos a trabajar, pasamos el día, bromeamos, tratamos de convivir con los compañeros, de eso se trata. Somos, como le dijera yo, una familia, uno convive muchas cosas con los compañeros, uno pasa aquí todos los días y trata de convivir lo mejor que uno pueda”. 

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