Si según los tuyos evadís las responsabilidades del mundo adulto sos un chavorruco. No importa si trabajás, si te pagás tu propio estilo de vida, si no marchás a su ritmo: sos un chavorruco. Incluso si sos mayor de 30 años y te gustan los juguetes, sos un chavorruco. Acá exploramos el término en este Relato.
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Si explorás Internet te toparás con que sos un chavorruco según premisas como las siguientes: sos mayor de 30 años pero menor de 50; negás ser parte de esa tribu; tu atuendo no va acorde con tus décadas de vida (llega el momento en que te quieren poner camisas Polo, pantalones Dockers y mocasines, incluso te los regalan); no tenés una relación estable y por lo general, si te sale algo, es 10 años menor. Además, te incomoda que los niños te llamen señor. Pero hay una más compleja, tu mente te pide salir de fiesta, pero tu cuerpo te recuerda que ya no podés. Y la más evidente: tu vocabulario deja de estar inn.
A decir verdad, uno solo quiere continuar con su estilo de vida. Que la sociedad nos responda: ¿dónde está escrito que a cierta edad te debe entrar la rectitud, tener descendencia y esperar en una silla la vejez?
Uno de los grandes pensadores que ha tenido el periodismo dice en su enunciado de la Supercordura: “La vida no debería ser un viaje hacia la tumba con la intención de llegar a salvo con un cuerpo bonito y bien conservado, sino más bien llegar derrapando de lado, entre una nube de humo, completamente desgastado y destrozado, y proclamar en voz alta: ¡Uf! ¡Vaya viajecito!”. Aunque claro, este lunes se conmemoran 12 años del suicidio de Hunter S. Thompson, dueño de esa frase.
Si los adultos jugaran, no serían tan amargados
“Soy de la idea de que te conservás bien si sos fiel a lo que te ha gustado desde niño. Si los adultos jugaran, no serían tan amargados. Yo me sigo disfrutando las caricaturas de la Warner, He-Man, Mazinger Z y demás héroes de mi infancia. Me inspiro en el ejemplo de los rockeros ingleses que rebasan los 70 años y siguen echando punta, como siempre lo han hecho.Conservo mis hábitos de compra de cómics y discos, esperando con ansiedad cada nuevo lanzamiento o aventura de mis personajes preferidos. Contrario a otras generaciones, me atrevo a especular, la gente de mi época y los que vienen después estuvieron expuestos a gran cantidad de materiales audiovisuales.
Y los que nos separamos de la mayoría (ejem, ejem) lo tomamos como algo de toda la vida, no como una moda pasajera o algo que se deba sacrificar en aras de la ‘madurez’.
También me atrevo a especular que el sello común, y de ahí que alguien haya inventado el calificativo de chavorruco (¿no sería mejor “patojorruco”, hablando en guatemalteco?), es que retardamos tanto como podemos esos compromisos: familia, boda por la iglesia, compra de carro, pago de casa a plazos interminables… Esas vainas que significan el ingreso irredimible y sin marcha atrás en “el mundo responsable de los adultos”, ya veremos qué ocurre si llegamos al umbral del medio siglo de vida”, Eddy Roma.
Joselo, sí, el integrante de Cafe Tacvba, también vivió una seudocrisis de Chavorruquismo. Sin embargo, para tranquilidad de todos, él lo ha definido de la mejor forma: “Chavorruco es, por definición, una persona ya grande que se comporta como un chavito. Por la música que escucha, su forma de hablar, las cosas que hace o quiere hacer, que anda ligando gente más joven.
Esto aplica para hombres y mujeres: chavarruca o chavorruco, pero lo más notorio es en la ropa. No sé los demás chavorrucos, pero en lo que a mí se refiere siempre me he vestido de la misma manera o parecido.
Me dieron ganas de guardar los tenis en el lugar más recóndito del clóset, pues ser un chavorruco es la cosa más denigrante que puede haber en la vida, pero me seguí viendo al espejo y me dije:
¿Qué? ¿Por qué me voy a quitar estos tenis? ¡Si así me he vestido toda mi vida! Si alguien tiene la culpa son los chavitos que se visten como yo, como ancianos”, Joselo.
“Pienso que el término circunda a todos los que tienen gustos por artículos de consumo para un público objetivo de edad menor que la propia. Como los cuarentones que se ponen gorras de lado o para atrás con lentes oscuros, playeras y pantalonetas, escuchando música relativamente reciente, haciendo tema de conversación con chavos y chavas de 20”, Marco Vinicio Flores.
Por tanto, una vez no intentés aparentar menos edad, no sos chavorruco, así tengás una pasión alta por videojuegos, juguetes clásicos o cosas que de este lado del planeta pueden ser tema de niños. Si un adolescente sabe qué es Evangelion o se ríe cuando alguien dice “lo mejor que tiene Star Trek son los Jedis”, automáticamente se convierte en un conocedor, un erudito de la cultura pop. Al contrario, si es un sujeto de 30 años es el que ríe, es un adolescente que nunca creció (sí entendiste la broma de los Jedis, puede que seas un Chavorruco a ojos de la sociedad, #JustSaying).
Que digan lo que quieran
“Si es un término de Millenials para definirnos pues que les satisfaga su ego, allá ellos. La vestimenta en las diferentes etapas de la vida responde a estados mentales. Si es comodidad o inmadurez tengo que aceptar que soy comodísimo. Sin embargo, la vestimenta millenial, aunque es más estilizada con toques fashion y cuasi elegante, no le encuentro atractivo. Todo apretado y chavito fisiquín, pareciera que es un grito corporal por atención y afección. Por otro lado, puede ser la moda y en eso no soy entendido. Me gusta la ropa cómoda. No me rasco si no me pica, así que eso de llamar la atención es para ‘nenes’.
En las generaciones como la X buscábamos héroes, seguíamos al que tenía las mejores ideas y eso costó porque las generaciones anteriores tenían una doble moral de sobrevivir o morir. Al menos soy un chavorruco que vio el último estertor del rock y me dio una identidad auténtica. Los últimos que tuvieron algo para decir, de buscarnos en el conocimiento de asimilarlo y hacerlo nuestro, no somos la generación Copy Paste.
La generación de ahora es más arrogante, creen que tener la tecnología a la mano los hace una biblioteca caminante que todo lo sabe. No producen ninguna idea original; son unos refritos. Orgullosos de su ignorancia caminan por ahí, agarrados a un iPad como náufrago a un pedazo de madera. Caminan orgullosos”, Allan Martínez.
También hay chavorrucas
Esta acusación también ataca, desde luego, a las mujeres, pero hay una distinción vital. Cuando un sujeto mayor de 30 ve a una chica de 20, puede llegar a ver un prospecto; en cambio una mujer, lo que ve es un niño inexperto en el que no querrá perder el tiempo.
Además, en esto del chavorruquismo, la factura femenina es más alta, con eso de la presión social por tener crías. “Mija, se te está yendo el tiempo. ¿No piensas tener hijos?”. Y así una larga lista de contras. Por tanto, solo toca asumirse y disfrutar, y que los demás digan lo que les venga en gana. Total, no comen con nuestra boca.
Y la lista no termina, hay otro elemento de esos que incomodan, el Chavorruquismo es permitido sí y solo sí sos rockstar, entonces todo está bien. Vemos ídolos de los 90 como Johnny Depp y a él nadie lo califica de nada, solo por ser rockstar. Tiene 53 años y anda con jovencitas 20 años menores que él, o como el Lhotario por antonomasia Jack Nicholson, quien se dice que no se le acercaba a mujeres mayores de 25 años, porque estaban muy grandes y de eso, hace no menos de 15 años. ¿WTF?
El Chavorruquismo me da risa
“ja, ja, ja, yo creo que sí soy Chavarruca. Tengo 30 y me sigo aferrando a las ideas de los 90 y principios de los 2000. No renuncio a usar tenis y hoodies, sin embargo mucha gente me dice que no parezco de 30 y en mi mente he decidido que sí quiero alargar mi juventud lo más posible ja, ja, ja, ja, ja, ja.Por algo no he tenido hijos, por algo no pienso como otra mara de meterme a comprar una casa, si lo que quiero es viajar. Pienso hacerme muchos tatuajes, aunque no me esté poniendo mas sexy, porque los 20 los aparté para no descarrilarme. Aunque no me di drogas duras –y eso que estuve rodeada de ellas. No sé si soy chavarruca, yo siento que sí, pero en realidad me pela ja, ja, ja, me da risa y no pienso dejar de serlo porque no me encuentro en las responsabilidades de los adultos ja, ja, ja, ja, ja, como eso de los hijos y los compromisos”, Sucely Contreras.
Tus amigos son menores, pero porque tus contemporáneos ya están casados con hijos y ya no tenés nada en común con ellos.
Pero una vez superadas las condiciones te topás con otro elemento, una vez queda claro que no sos Chavorruco, que simplemente hacés lo que te gusta, viene la sociedad y te acusa de Millenial. Vas al diccionario y ves que de Millenial no tenés nada, “pinches chavitos haraganes que no trabajan”, decís. “Son veganos o de ideologías raras y sus conocimientos generales son una basura… ¡no pueden encontrar Yugoslavia en el mapa!”, decís mientras te rasgás las vestiduras antes de gritar: “¡Tengo tatuajes más grandes que ellos!”. Y mientras te hiperventilás, satanizás a los jovencitos que, según vos, no saben nada de la vida. “Que solo piensan en ellos y no en los demás”… y entonces caés en cuenta… no sos chavorruco ni Millenial… ya sos adulto…
Si querés conocer más del tema, está este link En defensa del chavorruco.