Beverly Hills 90210 y la Guatemala de los 90 imagen

Un grupo de adolescentes cuasiarquetípicos fue una de las formas en que aprendimos a vivir durante la adolescencia noventera.

Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.

Saber que Shannen Doherty padece cáncer nos recordó que hace mucho, mucho tiempo, que no somos niños. Doherty y su mítico personaje de Brenda Walsh nos recuerdan una época en la que el problema de la vida estaba en los libros de matemáticas; pero saber que Brenda padece una enfermedad así es otra prueba de que el tiempo pasa, pesa y pisa. Solo nos queda desearle lo mejor en este momento tan complejo.

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Al final, moda.

Beverly Hills 90210 era el lugar en el que todos querían vivir. En esa ciudad el sol salía más brillante, la comida era más rica, ni hablar de corrupción o geopolítica; no, era lo más cercano al País de las Maravillas. Con la serie, los escueleros de los 90 nos acercamos a una aparente realidad del adolescente estadounidense con dinero, la West Beverly Hills High School era LA escuela pública por excelencia.

Seamos justos, algunos aprendíamos, por medio de sus personajes, qué era el alcoholismo (aunque nunca vimos un personaje con una de esas furias titánicas que uno tenía en su familia), el abuso de drogas (como aquel episodio en el que Valery fuma mariguana; la hacían ver como que fuera Crack o Heroína, recuerdo que ese episodio fue tema de discusión en mi clase de 6o. primaria), o la defensa de la virginidad o la opción del sexo prematrimonial (¿cuántos episodios tuvo que esperar David para que Donna le diera la prueba de amor?).




Y así pasó nuestra adolescencia y la serie, y es por ello que luego de dos años de padecer cáncer, no deja que añoremos que la vida sea tan fácil como la tele de esa época. El cáncer de Doherty, además, es más complejo, no solo es que sea de mama, encima se le extendió al sistema linfático durante 2016, que por lo poco que sabemos de medicina, bueno, no sabemos nada, pero se entiende que es mucho más complejo.

Hablamos de moda, temas coyunturales, pero también de esa división de “equipos”, estaban el Team Brenda y el Team Kelly, daban esa sensación de lideresas y nosotros las seguíamos cual porristas, de hecho, en Relato éramos Team Kelly, y cómo no, si cumplía todo lo que la televisión nos decía que debería ser la princesa de tus sueños: rubia, lacia, de ojos azules y a real fucking biaaatch. Por eso, cuando terminó de novia de Brandon, sentías que tu cuate se había pasado la barda, pues Kelly era de uno vaa, quien debía recoger los pedazos que dejó Dylan era uno, no Brandon.

Pero si en algo coincidían todos los seguidores de la serie, era en que Donna era una manzana que no cabía en el tazón. Simplemente su discurso y actuación como que no convencían. Incluso Andrea y su periódico escolar caían mejor. Digamos que hasta Nat, el jefe de Brandon en la cafetería retro era más agradable. Ahora, en el mundo del Like, de Facebook y Netflix una serie así ya no tiene espacio. Fue el mejor momento para existir, como decían las abuelas, “Juventud, divino tesoro”.

Acá, una serie de Relatos que rememoran la serie.




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Placer culposo

90210 marcó a toda una generación. Era el secreto mejor guardado de todos. Era la novela que todos vimos y compartíamos cada semana con un grupo exclusivo de amigos. Aunque no lo hacíamos evidente para evitar el ‘qué dirán’.

Pero era tan obvio que era la serie favorita de los que cursábamos los últimos años de colegio o primeros de la universidad, ya que todos, todos, queríamos imitar más de algo que presentaba el programa. Ya fuese el look (de las patillas largas al estilo de los años 1960) de Brandon Walsh o Dylan McKay. O imitar su forma cool de vestir entre mangas arremangadas, chalecos, pantalones rasgados y ser el chico malo, pero con ‘pegue’.

Ni hablar que las mujeres querían ser Kelly, Brenda o, en su momento, Valery (cuando apareció en la serie). Traer al presente eso de llegar bien maquillada a clases y que no tenía nada de malo y ser una bitch, pero con clase. Aunque no muchos lo reconocían, también imitaron el look de Steve, David, Gabriella o Andrea.

Beverlly Hills 90210 o Sensación de Vivir, como lo presentaban en Latinoamérica (y no sé por qué), rompió como icono de la moda en su tiempo y como un estilo de vida que muchos quisieron imitar y nos enseñó muy bien el dicho de: ‘Las apariencias engañan’.

Para mí, seguirá como la primera serie que vi de principio a fin, de la que no me perdí ningún capítulo gracias al cable (inclusive vi las minitemporadas especiales de verano y los especiales de Navidad). Fue la serie que dominó los noventa, marcó una generación, expuso varios temas juveniles que eran tabú y eso ninguna otra se la quita.

Brenda tiene cáncer de mama. Es increíble ver cómo lleva esta enfermedad. Dejó por un lado sus caprichos de superestrella de T.V. y se volvió un ser humano. No usar su rol de actriz para afrontar esto creo que es el mejor titular que le podemos dar”, Luis Molina.



Shannen Doherty en 2016 

Reacción Social

“Sí era fan, en los 90 era como el top. Habían tarjetas, calcomanías y quería ser Brenda para andar con Dylan. Coleccioné esas tarjetas. Es más, creo que incluso tengo unas por allí. Me gustaba por los chavos, Brandon y Dylan, más él que era como el rebelde del grupo. Su éxito fue que en ese tiempo hizo clic con la generación adolescente y te identificabas con los temas: relaciones, rechazo, sexo, experimentar con el alcohol y las drogas. Vi casi todas las temporadas, hasta que se fueron cambiando los personajes.

Recuerdo esta etapa de mi vida como bonita, pero igual era como un culto a los cuerpos bonitos, chavas perfectas, vidas perfectas y ahora con lo de Shannen Doherty pues pobre, su vida ha sido difícil. Me asusté cuando vi sus fotos hace unos días, admiro su batalla contra el cáncer”, Evelyn Ruano.




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ícono

“Brenda Walsh era una guerrera. La rebelde adolescente de Beverly Hills 90210 encarnaba el espíritu combativo que emergía entre las adolescentes de los años 1990, cuando ya había tolerancia hacia las muchachas que no aceptaban el rol de ‘mujercitas’ sumisas. El fuerte carácter de su personaje de entonces justifica que ahora Shannen reciba mensajes de aliento como: ‘fight like a Brenda’ (pelea como una Brenda) que le dedicaron sus excompañeros en la teleserie de la que fue protagonista.

No deja de producir pena el enterarse de algo tan grave, y menos aún ver cómo una mujer hermosa muestra las señales de deterioro que deja la enfermedad. La artista no ha dejado de luchar. Hace poco compartió un mensaje en el cual insta a mantenerse en movimiento, a pesar de las quimioterapias. Sin embargo, ella misma admite el dolor, la angustia y la gravedad de la enfermedad que sufre.

Leer su testimonio, cuando admite que, por el trabajo, faltó a chequeos médicos que podrían haberle advertido del peligro antes de que fuera tan grave, te hace cuestionarte. ¿Hace cuánto que no me chequeo? ¿Estaré jugando a la ruleta rusa al no acudir al médico con frecuencia? Te dan ganas de ser más responsable contigo misma”, Ana Lucia Mendizábal.




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Brenda, mi favorita

“Hoy puedo decir, después de trabajar 15 años en medios de comunicación, que Beverly Hills, 90210 fue un proyecto excelente de escritores, guionistas, publicistas y gerentes de mercadeo. La serie tenía representados a casi todos los perfiles de jóvenes (el chingón, el buena onda y ejemplo a la sociedad, el turbio y misterioso –pero atractivo–, la rubia hermosa con pasado tenebroso, la sencilla y ruda, el loser, etcétera).

Tenía problemáticas, tramas, chicos y chicas para todos los gustos. En verdad, un programa digno de estudiarse en las facultades de Ciencias de la Comunicación y mercadotecnia.

Pero en los noventa, cada episodio de esta serie era mi aspiración. ‘Así debe ser la realidad en la universidad’, pensaba, mientras imaginaba libertinaje sexual, drogas, novias bonitas y amigos con carro invitándome a fiestas.

¿Qué más podía añorar un adolescente que lo más emocionante de su semana (fuera de ver televisión y escuchar sus casetes de rock) era emborracharse con tres cervezas, el viernes, al salir del colegio?

Estos personajes me acompañaron durante muchos años. Y me emocionaron durante ese tiempo. Me molesté en verdad cuando Brenda le quema el rancho a Dylan durante su viaje a París, pero me enojé mucho más cuando Dylan elige a Kelly como novia en vez de Brenda. ¿Cómo pudo hacer eso?

Brenda era mi favorita, sin duda. Tanto que dejé de ver por unos meses la serie cuando supe que habían despedido a la actriz que la interpretaba, Shannen Doherty, por ‘mal comportamiento en el set.

Años después, ahí estuve otra vez frente a la televisión, viendo el reality Shannen Says, acerca de la preparación de su boda con Kurt Iswarienko.

Ahora la sigo en Instagram, esperando sus publicaciones acerca de su nueva y no-oficial serie: su batalla contra el cáncer. No lo niego, es triste, aunque en mi memoria destacan sus sketches en Saturday Night Live y las noticias de chismes de sus berrinches en el set de Beverly Hills, 90210.

Al final, toda mi experiencia Beverly Hills, 90210 la puedo resumir en uno de esos memes de ‘Yo me veo, todos me ven’, porque en los noventa me miraba al espejo e imaginaba reflejar a un natural Dylan McKay, cuando en la realidad todo el mundo me miraba como un David Silver, en sus peores temporadas”, David Lepe.




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A la distancia

“Mano, mi primer crush fue Brenda, y Brandon era como el cuñado ideal. Aunque luego Kelly entro en mi vida y la cuestión era un merengue porque me sentía como Archie, teniendo que decidir entre Betty y Verónica. Lo que sí te digo es que el Dylan se me hacia súper fake, pero al menos no era caquero como ese canche colocho insufrible del Steve.

Y el David era súper wannabe, pero la Donna ni hablar, solo estaba allí porque era hija de papi [Aaron Spelling, el productor de la serie], y él pagaba todo. Estamos hablando de más de un cuarto de siglo, mucha agua ha pasado bajo los puentes. Ahora veo a la serie como algo todavía más falso de lo que era al principio, lo cual es curioso, considerando que todos nos sentíamos identificados con la serie. Pero ahora, al rechazar el programa, también, en cierta forma, me rechazo a mi yo de entonces. Lástima lo de la Shannen, su carácter le impidió tener una carrera mas longeva. Después de que te echan de no una sino dos series, es difícil conseguir chance”, Alejandro Alonzo.




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Origen

“Cuando tenía 14 años, allá por 1991, durante las vacaciones del colegio, mis papás me mandaron a un pueblecito de Texas para que aprendiera inglés. Digo me mandaron, porque yo no tuve voto en eso. No me llamaba nada la atención ir a dar con una familia que no conocía y con mínimos conocimientos del idioma. Hoy diría que lo mejor que obtuve de ese viaje fue empezar a masticar la lengua de Hemingway, de la que hoy en día estoy incluso más enamorado que de la de Asturias.

Pero si me lo hubieran preguntado al recién volver, de lo que vine enamorado a mis 14 fue de la sonrisa de Brenda Walsh, y es que las sonrisas de dientes grandes tienen un encanto y una sinceridad que trascienden la estética.

Conocí la serie en ese viaje, y previendo que El Súper Canal iba a tardar en traerla (en mi casa no hubo cable hasta que yo ya estaba en la universidad), me compré un libro que vendían en Walmart, en el que habían novelado la primera temporada de 90210. Siempre he dicho que el primer libro que leí en inglés fue El guardián entre el centeno, de Salinger, pero acabo de darme cuenta de que he estado mintiendo durante más de 20 años. Fue el segundo.

La muerte siempre nos gana al final, pero a la pequeña Brenda, de cuya lucha yo recién me entero, no puedo desearle menos que salir victoriosa de este round, porque la pasión y la fuerza no le hacen falta”, Ricardo Rubio.

Melrose, el spinoff

90210 me pareció un grupo de universitarios en el peladero o la cafe. Melrose Place fue más real para mí y, por la época, mostraba cosas del adulto que quería ser. El tema de la sexualidad también fue de mucho peso porque lo hallé más crudo y real que en Beverly. Eso de todos contra todos, en el trabajo, cama y día a día, fue determinante para engancharme a la serie”, Braliem Jousc.




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