El fin de semana los guatemaltecos aprovecharon para salir de paseo, luego que el asueto se corrió para lunes. Muchos visitaron La Antigua, Sololá y las playas.
Izabal fue uno de los puntos que los turistas internos visitaron, por sus aguas cristalinas, arena blanca y la atención de los residentes.
Livingston, Punta de Palma, Playa Blanca, Punta de Manabique y Río Dulce son de los lugares más visitados del departamento.
Además, en el mar Caribe hay una gran cantidad de animales marinos.
El sábado 20 de octubre, por la tarde, un grupo de personas se encontraba en Punta de Palma, disfrutando el mar, el sol, las olas y un increíble paisaje. De pronto, todos se alborotaron, unos corrían para llevar sus cámaras, otros llamaban a sus amigos para llegar al muelle, la razón: un delfín muerto.
La cría de delfín tenía un golpe a un costado de la cabeza, sangraba, pero su corazón ya había dejado de latir.
Muchos no preguntaron qué le sucedió, solo aprovechaban para tomarse fotos con él, tocarlo y que los niños vieran al animal muerto.
“Fue una lancha la que le pegó”, decían las personas que se encontraban en el lugar. “De seguro se atravesó y por eso se lastimó”.
Los niños estaban asombrados de ver al delfín recostado sobre el muelle, las personas fotografiando y la sangre aún recorría la piel del cetáceo.
Para Fundaeco, lo primero que se debe realizar al observar a un animal marino herido, es llamar a las autoridades, para que puedan darle atención primaria y que las personas eviten tocarlo.
Griselda Pacheco, encargada de comunicación social de Fundaeco, aseguró que en Livingston hay una oficina de la fundación, para poder estar atentos a lo que pasa en las cercanías.
“Hubo una vez que en un hotel, los dueños llamaron a la fundación, porque en la orilla había un manatí, pero las personas para supuestamente ayudarlo lo regresaron al mar, pero eso lo perjudicó. A los días fue encontrado muerto, cuando la fundación hubiera podido hacer algo”.
En el caso del delfín bebé, lo primero que se debía hacer era llamar a las autoridades, para que pudieran observar su estado y qué le causó el golpe. Eso no se realizó.
Mientras tanto, en el muelle de Punta de Palma, los lancheros llevaron al cetáceo en la lancha para regresarlo al mar.