“Una persona muy cercana a mí tenía diabetes tipo II, alguien a quien estimaba mucho. Empecé a informarme, a leer libros y a tomar los hábitos que recomendaban para que esta persona los copiara de mí, pues no se cuidaba. Al año y medio tuvo un chequeo médico, los resultados reflejaban que la diabetes había desaparecido, supe que en gran parte había sido por mí”.
Así empieza la historia de Daniela Porta Martínez, una mujer de 26 años,-Health/Wellness coach- que durante los últimos años ha aprendido a escuchar su cuerpo, entenderlo y aceptarlo. “No somos nutricionistas, no dejamos dietas, influenciamos a la gente para formar hábitos de vida mucho más sanos” .
Cuenta que desde que era niña se fijaba grandes metas y en las clases de biología del colegio aclaraba todas sus dudas sobre las propiedades de los distintos alimentos, especialmente de las frutas y verduras. Con el tiempo se convirtió en una apasionada por los libros de autoayuda y automotivación, buscaba estar siempre enterada de la mecánica y funcionamiento de las cosas así como los efectos en el cuerpo humano a nivel físico y emocional.
Pero su vida cambia cuando entra a su etapa universitaria. En 2011 comenzó la carrera de mercadeo en Louisiana State University (LSU), allí conoció a Hortensia García, su compañera de cuarto que estudiaba nutrición. “Juntas empezamos a crear mejores hábitos, aunque siento que ella se pasaba un poco porque su culpabilidad le ganaba, pero aprendí mucho. Comencé a hacer ejercicio, a comer bien y a investigar cada vez más, así llegué a la conclusión que la base de todo es tener un balance, no podemos ser robots, la vida está hecha para disfrutarse”.
Daniela recomienda un equilibrio entre la alimentación y espiritualidad, que a su criterio, logran la serenidad de una persona. Recomienda levantarse más temprano, meditar 10 minutos y hacer una lectura de 15 minutos todas las mañanas. Además, tomar un té, escuchar música, “pues tenemos que entender que así como hay cosas que nos estimulan a lo negativo como el ruido o tráfico, hay muchas alternativas que nos pueden hacer sentir mejor, empezar bien nuestro día y contagiar ese bienestar a los demás”.
El conocernos a nosotros mismos es sumamente importante para poder llevar un estilo de vida sano. Debemos entender que todos tenemos manifestaciones emocionales y neurológicas distintas. Unos somos más ansiosos, otros más relajados; y si entendemos todas esas cosas que nos caracterizan, podemos elegir los alimentos adecuados. “Si sé que soy una persona con ansiedad, voy a evitar tomar 8 copas de vino, cuando puedo tomarme 2. Pero tenemos que nutrirnos de muchas maneras, no solo con la comida. No somos solo lo que comemos, somos lo que vemos, lo que oímos, lo que decimos, somos la gente con la que nos rodeamos, por ello es tan importante buscar ambientes positivos”.
Una vida social es más que esencial, ser adictos al trabajo tampoco es una buena idea y hacer ejercicio se debe convertir en una de las actividades esenciales de la vida diaria. Además, son cada vez más las opciones que existen en Guatemala para poder llevar una alimentación sana. Existen varias recetas que se pueden encontrar a un simple click y que pueden ayudar a transformar los hábitos alimenticios.
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Mientras tanto, Daniela busca ayudar cada vez más a su país, “dando pláticas en lugares necesitados y de pocos recursos para ayudarles a entender cómo pueden utilizarlos para nutrirse más y así poder tener un impacto en la comunidad”.