Estar dispuesto a hacer cualquier cosa por la seguridad del vecindario significa que estás preparado a responder fuego con fuego.
Es bien sabido, que algunas comunidades del país tienen grupos organizados de vecinos, que por el día atienden sus negocios o empleos y por la noche patrullan en grupos armados de rifles y pasamontañas, listos para acabar con cualquier crimen (y criminal) de la comunidad.
“Marero visto, marero muerto”
Este lema es uno de los más famosos. En una manta en San Marcos, incluyen un bote de gasolina, con el amenazador mensaje: “Piénselo antes de actuar”. Hace algunos meses, un marero que extorsionaba en la terminal de buses de Xela fue vapuleado por los vecinos y enviado de vuelta en una camioneta a la capital. Era un mensaje: aquí no son tolerados.
Unos meses más tarde, se supo de asaltos en un redondel del periférico de Quetzaltenango. Dos días después, un vecino tomó su arma hiriendo a ambos ladrones. No regresaron.
¿Y mi vecindario quién lo protege?
Existen comunidades en donde nadie te asalta aunque vayas caminando con 15 celulares en la mano, de día o de noche. Donde no extorsionan a los pilotos de bus, ni asaltan comercios, ni matan a nadie. Estas comunidades han aprendido a protegerse (no gracias a la Policía ni al Gobierno, obviamente) estando dispuestos, a todo.
Aún así, muchos de nosotros no nos hemos organizado con nuestros vecinos, no salimos a patrullar como cuentan que lo hacen en algunas aldeas de Chimaltenango o Salcajá. Quizá por alguna de estas razones:
1. Es tarea de la Policía y del Gobierno, no de las comunidades.
2. Qué miedo (#LaLuchaEsReal)
3. Temas éticos y de conciencia.
Esas mantas, las de los vecinos organizados, tienen mucho de amenaza, también de inspiración. A mí me hacen pensar que la violencia y la inseguridad se combate a propósito, no como víctimas inertes sino como ciudadanos exigentes (sea cual sea tu lucha). Esto ya no lo podemos permitir.
Quizás organizarnos no incluya pasamontañas o rifles, pero sí un fin común, un bien común. Y lógicamente lo que nos falta a muchos, organización.
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