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Fuente: Jana Romanova.

Aún no termino con el tiempo de gestación, es más tan solo hace unas semanas, cumplí 5 meses de embarazo. Mientras más pasa el tiempo, las noches se tornan entre eternas y cortas a la vez por no poder dormir.

Son eternas, paso más tiempo peleando por encontrar una posición que me permita descansar más de una hora, sin tener que moverme porque se vuelve incomodo. Esto, ya sea porque se duerme alguna extremidad, me da un ligero calambre, despierto con sed de elefante o bien necesito hacer pipí una vez más.

Y al mismo tiempo, las noches las siento cortas porque cuando suena el despertador, sé que no dormí, ni descansé lo suficiente.

Quienes me conocen saben que una de las cosas que más disfruto en esta vida es el arte de DORMIR, suelo definirlo así, ya que no conozco a muchas personas que tengan la capacidad de dormir como solía hacerlo.

¿Sabes cuánto duermen los koalas? Hasta 22 horas al día, mi novio suele llamarme koala por eso mismo. No es que pueda dormir esa misma cantidad de tiempo, pero al menos sí un poco más de la mitad. Y sí EXTRAÑO ESO, LO EXTRAÑO MUCHO.




Mientras más avanzan los días, más complicado es encontrar una posición para dormir, más las ganas de ir al baño y las frases de mi pareja al preguntar si estoy bien, gracias a la movedera que tengo. Algo a lo que jamás respondo, ya que nada bueno, ni grato podría responderle a las 2:00 a.m. ¡NADA!

En repetidas ocasiones, he pensado en agarrar a mi novio como almohada, pero él es muy flaco y creo lo aplastaría. Aunque me dan demasiadas ganas de hacerlo cuando lo veo dormir tan placenteramente bocabajo y yo ya no puedo, y esa era mi posición favorita.

Y aunque tengo a Phillip (mi almohada gigante para embarazada), hay noches en las que quiero sacarle todo el relleno por no brindarme la comodidad necesaria. Lo tiro al piso, aunque a la hora lo esté recogiendo para acurrucarme en él de nuevo.

¿Qué es lo más difícil? Saber que jamás volveré a dormir como antes, y que mientras más avance el embarazo, más complicado será conciliar un rico y reparador sueño.



Fuente: Jana Romanova.

Aunque debo confesar que, si bien no lo puedo hacer siempre, algunas tardes he tenido tiempo para dormir y es ahí cuando verdaderamente he podido descansar.

¿En qué posiciones he dormido?

1. Acurrucada en Phillip.

2. Rodeada de mis almohaditas pequeñas, en especial debajo de la barriga.

3. Con la cabeza donde deberían ir los pies.

4. Casi inclinada con almohadas (lo odio).

5. Bocarriba (lo odio más).

6. De lado.

7. Con un pie en el piso (por el calor).

8. Sentada (cuando es mucha la desesperación, luego duermo al menos 30 minutos así).

Hasta el momento estas son las posiciones que me han brindado lapsos de sueño algo gratos, si saben de otra agradeceré me lo compartan, porque según lo que muchos me dicen “lo peor está por venir”.




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