Arzú, el intocable: la vez que intenté fiscalizar sus fideicomisos imagen

Se manejan como fincas privadas… aunque a quien muchos denominan “Tonatiuh” montara en cólera y a pesar de las amenazas venideras.

Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.

Se manejan como fincas privadas…aunque a quien muchos denominan Tonatiuh montara en cólera y a pesar de las amenazas venideras.  

***

A partir de este relato comenzaré a desarrollar los grandes hechos, circunstancias, anécdotas, acciones, coyunturas y acontecimientos que marcaron mi actividad legislativa como diputado en el período 2008-2012. Empiezo con mi experiencia al intentar fiscalizar los fideicomisos de Arzú en la Municipalidad de Guatemala.

La figura del fideicomiso apenas se encuentra regulada por 27 Artículos en el Código de Comercio, comprendidos del Artículo 766 al Artículo 793, y todo este apartado se refiere y se encuentra diseñado para la figura del FIDEICOMISO PRIVADO, no para la figura del FIDEICOMISO PÚBLICO. Estimo importante indicar que la figura legal del Fideicomiso no es cuestionable como tal, aunque a mi juicio se encuentra deficientemente regulada. Esto ha permitido su utilización indebida hasta en el ámbito privado, en donde se le ha utilizado para perfeccionar descaradamente estafas monumentales y alzamientos de bienes inaceptables, normalmente por parte de “buenas familias” y “empresas de prestigio”… vaya usted a saber.

Sin embargo, diseñadas como están las normas que regulan el tema es evidente que su aplicación en el ámbito público es imposible y de repente hasta ilegal, por lo que su aplicación y uso debería estar regulado por una LEY DE FIDEICOMISOS PÚBLICOS que, para empezar, reconozca las grandes diferencias que existen entre el ámbito privado y el ámbito público; pero esta no existe aún.

El ajuste estructural de los noventas en América Latina tuvo como su principal exponente en Guatemala a Alvaro Arzú. Es en esta época que se torna febril la tendencia privatizadora y el desaparecimiento y desmantelamiento de lo público, pero además es cuando empieza a tomar auge el uso de los fideicomisos públicos bajo el argumento de la necesidad de eficientar y agilizar el uso de los fondos públicos, especialmente para no enfrentar los engorrosos trámites que establece la normativa relacionada con compras y contrataciones del Estado –de lo cual se quejaban permanentemente. Sin embargo, y las pruebas son irrefutables, la idea malsana en el fondo era poder manejar discrecional, abusiva, descarada y hasta ilegalmente fondos públicos a más no poder no solo sin someterse a la normativa de compras y contrataciones, sino también fuera del ámbito y control de la Contraloría General de Cuentas (de por sí complaciente, deficiente y sometida a la tutela política en la mayoría de los casos) y de paso trasladar cuantiosos fondos a dedo al sistema bancario nacional bajo pactos de administración leoninos y perjudiciales para los intereses del Estado. Es de reconocer lo engorroso de los trámites establecidos por la normativa de contrataciones del Estado, pero esto jamás puede ser justificación para legalizar verdaderos asaltos y estafas al erario público que se han cristalizado en el manejo de los fideicomisos del Estado. Sin lugar a dudas, quien perfeccionó la técnica y se volvió especialista en la materia, llevándola a su máxima expresión en la Municipalidad de Guatemala, es el mismo Arzú, quien luego de ser Presidente pasa a ser el eterno Alcalde de la ciudad de Guatemala. Nadie como él ha manejado cualquier cantidad de fideicomisos para manejar fondos públicos municipales a su sabor y antojo, trasladándolos a donde él ha querido, para lo que él ha querido y sin ser sometido a la fiscalización de la Contraloría General de Cuentas, mucho menos al escrutinio de los ciudadanos y de la prensa independiente.

Los fideicomisos no se tocan

De Arzú puede reconocerse que ha mantenido un dominio casi total y aparentemente infranqueable dirigiendo el municipio y capital más importante de Centroamérica –lo cual no es poca cosa–, pero esto no es casual ni espontáneo, para nada. Pero también deben recordarse sus reconocidos e innegables aires de descendiente directo de conquistadores, su personalidad egocéntrica y autoritaria, lo cual, sumado a su reconocido poder económico y político lo han vuelto prácticamente intocable para muchos. Por esta razón la mayoría de políticos –de tendencias políticas diferentes–, algunos sectores populares y hasta adversarios empresariales han preferido y prefieren no meterse con él, hasta el extremo de no presentar candidatos a la Alcaldía de la ciudad de Guatemala, mucho menos ATREVERSE A FISCALIZARLE SUS INTOCABLES FIDEICOMISOS.

Yo, como diputado electo por el Distrito Central, es decir por la ciudad de Guatemala, para el período 2008-2012 hice lo contrario: yo sí fiscalicé los fideicomisos de la Municipalidad de Guatemala, con argumentos jurídicos y políticos que no solo me llevaron a tener con el mismísimo expresidente de Guatemala y sempiterno alcalde de la ciudad una batalla política y jurídica que llegó hasta los tribunales de justicia y que terminó por el evidente uso de medios fuera de la ley en mi contra, por la impunidad y corrupción que ha caracterizado a nuestra corroída institucionalidad y por la evidente debilidad de la Contraloría General de Cuentas frente a quien se ha creído y en la práctica sigue siendo intocable. Sin embargo, dicha batalla también dio resultados concretos… los cuales señalaré más adelante.

Cinco razones me motivaron a hacer dicha fiscalización: 1) una de las funciones más importantes del diputado al Congreso de la República es la función fiscalizadora, la cual debe hacer valer en defensa de la transparencia, la correcta y legal administración pública, la lucha en contra de la corrupción y en defensa de los intereses nacionales; 2) la Municipalidad de Guatemala (en general las municipalidades) y específicamente los fideicomisos constituidos en ella, son jurídicamente sujetos de fiscalización parlamentaria. Es mi criterio que aunque las municipalidades aleguen autonomía, esto no implica que no puedan ser fiscalizables por parte del Congreso de la República, así como por la Contraloría General de Cuentas, la cual tiene harta obligación de hacerlo. Lo que no puede hacerse es interferir en el gobierno y administración municipal, así como en las decisiones, pues estas sí son funciones autónomas; 3) mi carácter de diputado independiente y mi arribo al Congreso en condiciones autónomas, sin ataduras y compromisos me permitieron realizar mis acciones legislativas con base en mis principios, con la ley en la mano y velando por los intereses generales, y no me une ni me ata al Alcalde de referencia ningún compromiso o deuda, mucho menos temor con todo y las historias urbanas conocidas y comprobadas; 4) estoy convencido, en medio de la “aparente gestión municipal efectiva”, con lo cual se justifica la existencia de dichos fideicomisos, se esconden grandes casos anómalos y malos manejos que permiten la opacidad, discrecionalidad, poca transparencia y arbitrariedad con que se les manejan; y 5) para mí, Arzú no es un ser superior, y no es amo ni señor de este país, por lo que no es INTOCABLE y simplemente es un ciudadano ejerciendo un cargo público en las condiciones que establece nuestra Constitución Política de la República, “sujeto a la ley y jamás superior a ella”. No puede, ni debe, vérsele de otra manera.

Pero esta lucha no sería fácil. Sería muy dura, crítica y aleccionadora, ya que no me estaba enfrentando al alcalde Arzú y sus fideicomisos, también me estaba enfrentando a sectores interesados y a toda una estructura diseñada y debidamente aceitada para funcionar a la perfección para mantener el control del municipio e incluso a 7 diputados unionistas que constituían su bancada en el Congreso de la República. Estos, en su mayoría, brincaron como hienas a la defensa de su máximo líder, a quien ellos glorifican y creen absolutamente intocable y superior y a quien, si pudieran, declararían “padre de la patria” o “amo y señor de Guatemala”… pero esto por fortuna no se puede.

Los medios de comunicación de la época documentaron de principio a fin esta ardua, trabajosa, peligrosa, pero digna fiscalización que hice al que muchos consideran el mismísimo Tanatiuh en persona… CONTINUARÁ.

BLOG EL CONGRESO DESDE SUS ENTRAÑAS: POR ANÍBAL GARCÍA




Abogado, diputado al Congreso de la República en el período 2007-2011. Candidato a la Presidencia de la República en las elecciones de 2015.

Vea sus columnas aquí

Todas las noticias, directamente a tu correo

Recibe todas las noticias destacadas de Relato.gt, una vez por semana, 0 spam.

¿Tienes un Relato por contar y quieres que nosotros lo hagamos por tí?

Haz click aquí
Comparte
Comparte