Arte para no videntes, arte para todos imagen

En el marco del Festival Arte en Mayo 2017, Fundación Rozas Botrán realizó una actividad con espíritu de absoluta inclusión. Las lecciones son inolvidables, compartirlas es una necesidad.

Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.

LA LLAMADA 

Thelma Castillo es la encargada del departamento cultural de la Fundación. Fue mi maestra en tiempos de estudio y me atrevo a decir que hoy es mi amiga, un privilegio. Nos unen muchos asuntos. En abril del año pasado recibí una llamada suya. Me
contó que en el marco del festival Arte en Mayo 2017, se llevaría a cabo una actividad dirigida a personas no videntes. Algo del todo distinto a las actividades que normalmente se realizan dentro del contexto de un festival de arte contemporáneo.
Con todo y el desafío que suponía, la idea me fascinó.







UN RETO QUE SE CONVIRTIÓ EN GOZO 

Mi participación consistió en narrar o describir detalladamente algunas piezas que formaron parte de la colección expuesta en el festival. Estas descripciones son el vínculo que une al artista y su creación con el público no vidente. Dos personas fuimos
convocadas para este propósito: Ana Victoria Díaz-Durán y yo. La mayoría de obra que participó en esta iniciativa de inclusión son pinturas, hay también un par de esculturas.

¿Cómo describir un cuadro que contiene colores, texturas y formas de tal manera que una persona no vidente pueda verlo? ¿Qué palabras y ritmo escoger para que lo sienta y encuentre el placer que alberga el arte? ¿Cuáles recursos narrativos utilizar
para dar riqueza y profundidad a la descripción ? ¿Cómo poner también arte y movimiento en el oficio de escribir? Esos fueron los retos. Y es que el arte es mucho más que lo que el sentido de la vista alcanza. Cada pieza encierra una historia, un objetivo.
Cada una guarda la experiencia vital del artista, su voz o su pena. Todo esto debía quedar plasmado en cada narración. Al principio estaba un poco atormentada, quería que el trabajo fuera sobresaliente. Mi meta era que los no videntes, al escuchar la
narración, realmente lograran ver la belleza del arte, sentir gozo, identificarse con el artista, encontrar el duende que se oculta en la pieza. Sentir, descubrir el mensaje, encontrarse. 

Anhelaba lograr que, por lo menos en ese momento, su discapacidad desapareciera y lograran ver con un sentido interior casi mágico, lo que el artista necesita transmitir.




TRABAJO EN EQUIPO

Celebramos una reunión primera con Thelma, la encargada del departamento cultural, Mariana Solórzano, también del departamento cultural, David Urbina, museógrafo de espacios culturales y Ana Victoria, la otra narradora. Hablamos sobre el
método de trabajo, fechas de entrega, la obra escogida para el proyecto y otros temas. También estuvo presente Juan Alberto González, una persona cuya colaboración y atenta escucha, fue fundamental para el éxito del proyecto.







¿QUIÉN ES JUAN ALBERTO?

Juan Alberto es no vidente. Desde su mundo sin visión, posee cualidades muy agudas con los otros sentidos. Su fina audición fue clave para llevar los borradores al escrito final. Con paciencia y un sentido de compromiso ejemplar, escuchó las grabaciones
primeras que enviábamos a su celular, una por una, obra por obra. Después de escuchar detenidamente el boceto, aportaba ideas, indicaba qué faltaba o qué sobraba. Juan Alberto siempre estaba dispuesto del otro lado de la línea, y lo hacía con un optimismo
fuera de serie. Además, en su afán por que la discapacidad no le impida crecer, Juan Alberto conoce iniciativas que suceden en otros países para convertir al arte visual en uno inclusivo. Su aporte fue extraordinario.







GRABACIONES PROFESIONALES, OTRA MANIFESTACIÓN DE ARTE

Las descripciones textuales fueron el primer paso. Después de su depuración fueron enviadas a la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Mesoamericana. Ahí fueron grabadas por locutores profesionales y con recursos de alta tecnología,
su ayuda hizo gran diferencia. Sin el apoyo del decano, Luis Roberto Villalobos, y sus colaboradores, las grabaciones no poseerían la belleza y profesionalismo que alcanzaron.




FUNDACIÓN ROZAS BOTRÁN Y LA INCLUSIÓN TOTAL

El hecho de que don José Rozas Botrán, miembro de la junta directiva y presidente del comité del festival, haya tenido la idea de este proyecto no ha de extrañarnos. Es absolutamente congruente con la mística de la Fundación. Arte para no videntes y Arte para todos es una proyección más del propósito de servir que la rige y del espíritu incluyente que la caracteriza.




DESCRIBIR ARTE VISUAL, MUCHOS ENCUENTROS

La semilla que una llamada sembró, se convirtió en un universo de arte para personas que no ven. El proyecto en sí es una obra de arte. Trabajamos cada obra con minucia para obtener un escrito rico, profundo, completo y ameno. La intensa convivencia de
las narradoras con las piezas también construyó vínculos: con artistas, con la Fundación y sobre todo con el público no vidente, para quienes escribimos. La experiencia supuso muchos encuentros, ese fue el gran regalo para nosotras.










LOS ARTISTAS

Sin los artistas la incitativa no existiría. Hubiera sido grandioso narrar todas las piezas, pero tal ambición tomaría muchísimo tiempo. Se  describió obra de varios artistas. Lily Acevedo, Mod Cárdenas, Javier Alas, Lezzueck Asturias, Gustavo Chacón,
Alex Cuchilla, Rafael Dussan, Julio Toc, Vanessa Oliva, Juan Fermín González, Maggie de Bickford, Fabián Hernández. 

La iniciativa de Fundación Rozas Botrán es trascendental, el poder de su mensaje contundente: la inclusión no conoce fronteras. 







                                          No hay discapacidad que aísle la belleza.

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